Qué es y qué pretende
Frente a la Astrología Tradicional, cuyos conocimientos abarcan todo el saber del Mundo Antiguo, la Nueva Astrología se desarrolla durante el siglo XX y lo que trata de comprender es al ser humano y no, predecir sucesos futuros. No es que no pueda hacerlo, sino que esta concepción de la Astrología como «método de adivinación», propia de la Astrología tradicional, ya no le interesa.
Energías cósmicas
Lo que sí le interesa ahora es comprender cómo funcionan las «energías» cósmicas sobre nosotros. No hay predicción segura sobre ellas, porque, como lo hemos dicho muchas veces en Predicciones, la Astrología pueda predecir sucesos en el sentido de que estadísticamente es real que, dadas ciertas energías celestes, la probabilidad de que tal o cual hecho se dé o no se dé es altísima; pero eso no significa que uno pueda predecir lo que sucederá. La segunda razón es que esas energías aplicadas al ser humano no funcionan de la misma manera. El ser humano es libre y poco prede-cible, mucho más, cuanto más consciente es de sí mismo. ¿Por qué? Porque, cuanto más consciente se vuelve de sí mismo, menos sabemos qué puede o no pensar y qué puede o no hacer. Por el contrario, las personas en las que lo «inconsciente» tiene mucho poder son más predecibles.
La misión: evolucionar
La misión de la Nueva Astrología es comprender psicológica y existen-cialmente a la persona, en relación al modo en que las energías de la Astrología la influyen. La misión humana, por su parte, será lidiar con esas energías (que tienen un objetivo existencial) y armonizarse a sí mismo de acuerdo a ellas. Rechazarlas, repetirlas, vivir en conflicto con ellas sólo sirve para que nos lleguen desde afuera. Lo que rechazamos nos vuelve, precisamente, porque lo rechazamos. Amiguémonos con nuestras energías y seremos más felices.
