Signo Capricornio: nacidos el 1 de Enero

Los nacidos el 1 de enero son autoritarios, valoran la organización y la estructura, y deben ser quienes mandan en el trabajo y el hogar. Suelen ser estudiosos y aprecian enormemente la educación. Además, son firmes en sus convicciones.
Sin embargo, a la hora de satisfacer sus ambiciones, los principios de estos individuos interfieren. Aunque deseen escalar hasta la cima, son demasiado leales, honestos y nobles para conseguirlo. Por valorar tanto las estructuras a menudo se encasillan ellos mismos en su propia ortodoxia cuando siguen las normas a rajatabla. Más aún, su umbral de tolerancia a la frustración es bajo y es ahí donde se pone de manifiesto su naturaleza subyacente, altamente emocional.
Muchos elementos de la personalidad de los nacidos este día no sólo son complejos, sino que además parecen contradictorios. Por ejemplo, suelen ser muy responsables, pero a veces aceptan más responsabilidad de la que pueden asumir, son emocionales, pero sus emociones pueden ser tan intensas que les resulte imposible expresarlas. Pueden ser liberales en sus planteamientos, pero dan la impresión de ser conservadores, incluso reaccionarios. Por encima de todo, experimentan tremendas luchas internas en las que se ven hostigados por fuerzas que escapan a su control.
Profesionalmente es de extrema importancia para estos individuos detenerse en algún momento de su vida y preguntarse seriamente hasta dónde pretenden ascender en el terreno que han elegido. A continuación, tras enumerar exhaustivamente sus puntos fuertes y débiles, deben evaluar de forma realista sus posibilidades de éxito y fijarse metas consecuentes. Siempre que sea posible deben definir claramente sus objetivos a corto y largo plazo, así como el calendario previsto, y atenerse a ellos. Si deciden aspirar a lo más alto, deben estar completamente seguros de que poseen suficiente resistencia al estrés, paciencia y control emocional para llegar hasta allí.
Una desventaja para casi todos los nacidos el I de enero es su extrema sensibilidad, que los vuelve impacientes e incómodos como subordinados. Al interactuar con sus amigos o dirigir a otros, en especial en calidad de maestros, pueden ser encantadores, apreciados y eficaces. Sin embargo, si sus previsiones profesionales incluyen trepar por el escalafón o actuar en un terreno muy competitivo y despiadado, deben endurecerse realmente y de paso desarrollar toda una nueva serie de resortes que pocos pueden accionar. Si lo consiguen, sus esfuerzos no se verán obstaculizados con tanta facilidad por sus reacciones emocionales.
Por encima de todo, es importante que estos individuos no ejerzan tanta presión sobre sí mismos y sobre los demás, o que no obliguen a nadie a ir tan deprisa. Deben tener especial cuidado para que sus elevadas expectativas no acaben inevitablemente en profundas decepciones. Aunque se consideren prácticos y pragmáticos, deben aceptar que también ellos tienen sueños románticos y una lógica necesidad de cumplirlos. Así, una imagen de sí mismos acorde a su profundidad y complejidad emocional será la clave de su felicidad y su éxito.

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