Los nacidos el 1 de febrero destacan por su carácter pragmático y por su tendencia a dar supremacía al intelecto. No satisfechos con las especulaciones abstractas, tienen que imprimir sus ideas en la mente de los que están a su alrededor. Son testarudos, voluntariosos y valientes, saben cuándo tienen razón y no ceden un ápice en su posición. Como están preparados a conciencia mentalmente para la mayoría de las situaciones y tienen grandes dotes de improvisación, logran evitar las situaciones de presión y eludir cualquier tema que no deseen discutir. Por todo ello resultan adversarios temibles. Es característico de los nacidos este día ser enérgicos y juveniles, pero a menudo también malhumorados como niños.
Estos individuos tienen muchos problemas emocionales, en particular en la infancia. Estos sentimientos son a menudo dispersos, impulsivos e incontrolables, y por eso les causan problemas repetidamente. Se diría que hay una gran distancia entre su solidez mental y su vulnerabilidad emocional, hasta el punto que a veces parecen rasgos de dos personas distintas. Hasta que logran aplicar su gran fuerza de voluntad a sus propios procesos internos, se enfrentan a sus problemas personales y empiezan a comprenderse a sí mismos, su vida sigue siendo un torbellino.
Los más evolucionados consiguen finalmente integrar su polifacético talento en una persona cabal y eficiente, pero les lleva su tiempo. Hasta entonces, su vida profesional puede ser muy inestable y avanzar a trompicones. Otros quizá se queden sorprendidos o perplejos al verlos y se pregunten por qué no han tenido más éxito, a pesar de su ambición.
Los nacidos este día necesitan expresarse emocional e intelectualmente, pero su faceta física y sensual también reclama atención y puede causarles problemas si actúa fuera de control. De las facetas mencionadas, la intelectual suele estar en primer lugar en la jerarquía personal de estos individuos; la sensual en segundo, y la emocional en tercero. Otro aspecto importante (descuidado con demasiada frecuencia) es la intuición, que deberían cultivar y utilizar más, ya que es el importante vínculo que liga todas las facetas de estos individuos brillantes pero conflictuados.
Parte del problema es que el poder de la razón y la lógica están tan desarrollados en los nacidos el 1 de febrero que pueden acallar la intuición. En las ocasiones en que la razón falla, tienden a tropezar y caer en el reino físico o el de los sentimientos, lo que a menudo los conduce a los arrebatos temperamentales o a la autocomplacencia.
Estos individuos no necesitan tanto controlarse como comprenderse, y por encima de todo, alcanzar el equilibrio personal. Aunque a veces se distraen con los asuntos que tienen entre manos, los nacidos este día deberían aspirar a convertirse en seres humanos íntegros y profundamente sensibles, pues esta meta elevada e importante los llevará mucho más lejos que la impulsividad y la determinación.
