La vida de los nacidos el 10 de junio está llena de altibajos. Los más evolucionados de este día logran sintetizar y reconciliar los opuestos (felicidad y tristeza, euforia y depresión, comedia y tragedia); mientras que los menos evolucionados pueden volverse locos debido a las constantes oscilaciones entre la luz y la oscuridad. Sin embargo, cuando se ven empujados a la desesperación es cuando se vuelven más osados. Podría decirse que los nacidos este día no tienen miedo de nada porque tienen miedo de todo; de hecho, se arriesgan lo indecible para resolver sus dilemas. Aunque parezcan despreocupados, si se profundiza en ellos se descubre un aspecto oscuro bajo la superficie.
A través de su propia experiencia, los más evolucionados de los nacidos el 10 de junio llegan a comprender en profundidad la interrelación de las fuerzas de la luz y la oscuridad en el universo. Desarrollan la capacidad de sentir a la vez el humor y la tristeza de las situaciones cotidianas más simples, y sin duda de las ceremonias de transición socialmente importantes, como la mayoría de edad, las bodas o los funerales. Los menos evolucionados viven en la misma montaña rusa emocional, pero su experiencia no les proporciona una mayor comprensión del mundo, pues carecen de una filosofía que los proteja del dolor.
Las oscuras fuerzas plutónicas y las fatídicas saturníanas ejercen una extraña fascinación para los nacidos este día. Las cuestiones como la sexualidad, la muerte, la destrucción, la pasión y la violencia les interesan enormemente y pueden convertirse en una obsesión.
De hecho, el miedo es lo que más les atrae y repele, pues despierta en ellos emociones profundas e incontrolables. Muchos ocultan esa fascinación detrás de una fachada sonriente y desenfadada; otros se sienten atraídos por las personalidades plutónicas que sacan a la luz su lado oscuro y reprimido. La capacidad analítica de las personas nacidas el 10 de junio está muy desarrollada; les encanta sondear, explorar, experimentar y teorizar.
Las mujeres nacidas este día, en particular, pueden parecer caóticas y excesivamente impresionables. A menudo canalizan la energía nerviosa hacia el control de su entorno, por ejemplo, buscando la perfección en el trabajo o manteniendo una casa impoluta en un esfuerzo por dominar sus profundas perturbaciones psíquicas.
Tanto las mujeres como los hombres nacidos el 10 de junio deben protegerse de la fascinación que sienten por el lado oscuro. Si logran integrar este interés en su trabajo de una manera sana, serán felices y cosecharán éxitos.
Por el contrario, si se ocultan tras una fachada jovial y no consiguen controlar la negatividad en su vida privada, esta dicotomía dividirá su naturaleza, dando lugar a una dualidad comparable a la del doctor Jekyll y Mister Hyde.
