Los nacidos el 11 de abril no sienten la imperiosa necesidad de ser estrellas, como muchos de los nacidos en el período Aries II. Cuando son el centro de atención, por lo general se debe a su eficacia más que a sus ambiciones. Se sienten cómodos formando parte de un equipo, en el cual desempeñan a menudo un papel dominante. Lo que más los estimula son las ideas, ya que no buscan gloria o prestigio.
Estos individuos se preocupan más por transmitir su mensaje que por forjarse una imagen atractiva. No son dados a la verborrea que suele ocultar una idea mediocre o incluso inexistente. Les gusta averiguar lo que piensan los demás de manera directa, sin subterfugios. Esto no significa que sean malos diplomáticos o incapaces de actuar con sutileza. De hecho, pueden ser excelentes arbitros, ya que saben cómo reconciliar a dos partes hostiles o encontrar un término medio entre puntos de vista muy diferentes. Tanto sus familiares como sus amigos o compañeros de trabajo recurren a ellos cuando no quedan alternativas o es preciso recuperar lo irrecuperable.
En efecto, los nacidos el 11 de abril son individuos perspicaces y conciliadores. Se interesan por las ideas y el lenguaje y son conscientes del poder que confiere este último. Sin embargo, en su vida privada a veces se sienten desconcertados o heridos por las palabras de sus seres queridos, sobre todo cuando no son de su agrado. A pesar de ser excelentes diplomáticos, en ocasiones se muestran sorprendentemente insensibles a las necesidades y deseos de las personas más cercanas.
Los nacidos este día con frecuencia asumen la responsabilidad de mantener y educar a la familia, pero no llegan a cumplirla con total eficacia, quizá porque han invertido la energía necesaria para hacerlo en otros ámbitos de su vida. Estos individuos también deben tener cuidado con los conflictos que pueden surgir entre ellos y las personas que se encuentran en una posición más alta en la jerarquía familiar.
Gracias a sus habilidades sociales, se desempeñan bien en profesiones en las que es preciso trabajar con otros (por ejemplo, los trabajos sociales), o planificar para otros (por ejemplo, los puestos administrativos). Estos individuos están convencidos de que saben lo que es mejor para el bienestar común, pero deben aprender a escuchar con atención las ideas ajenas.
Hacer oídos sordos a las críticas objetivas de su trabajo será un obstáculo en su camino o, peor aún, los aislará de los demás. Los nacidos el 11 de abril deben procurar mantener una mentalidad abierta y no sentirse avergonzados de cambiar de opinión siempre que sea necesario. En resumen, es de vital importancia que estos individuos cultiven la flexibilidad necesaria para mantener su honradez y su eficacia.
