Los nacidos el 11 de junio tienen el valor de forzar los límites impuestos por la sociedad o la naturaleza. Es notable su voluntad de superar, de dar un paso más, de romper con las limitaciones. En consecuencia, es posible calificarlos de expansivos y un tanto agresivos.
Con el fin de superar sus limitaciones, sin embargo, deben reconocerlas tal y como son. Para ello, los nacidos este día se convierten en intelectuales o científicos muy versados en su campo o especialidad. Desean conocer bien su materia y alcanzan en ella una capacidad técnica magistral. En lugar de temer al peligro, lo reconocen como un estímulo necesario. Y cuando llegan a la frontera donde se han detenido otros, se empeñan en seguir avanzando. Esta tendencia a la exploración se manifiesta en cualquier terreno: los negocios, los deportes, la cocina, el sexo, las drogas, el ámbito emocional y psicológico, las experiencias aterradoras o delictivas, e incluso la vida familiar.
Los elementos —la tierra, el aire, el fuego y el agua— son temas centrales en la vida de estas personas, cuyas exploraciones son también elementales. Por supuesto, quienes viven con ellos pueden compartir sus tribulaciones, pero por lo general se contentan con ser espectadores atentos, pues los experimentos de los nacidos el 11 de junio forman parte de un proceso de autodescubrimiento y, en última instancia, son sus propios límites los que desean superar.
Los nacidos este día no suelen tener la desconcertante variedad de intereses típica de otros Géminis. Casi siempre se concentran en una sola disciplina, a la que dedican toda su energía. Son individuos muy vehementes y competitivos. Su voluntad de ganar es firme y rara vez se rinden o abandonan la lucha. No suelen tomarse la jubilación anticipada ni aspiran a la inactividad; por el contrario, «bailan hasta caerse muertos», y prefieren marcharse en una llamarada de gloria a desvanecerse progresivamente. No creen en las garantías de éxito ni en los seguros contra el fracaso. Puede decirse que para ellos, «lo importante es participar», y como compiten con despreocupación, ganar o perder es algo secundario.
Cuando los nacidos el 11 de junio alcanzan el éxito, se desempeñan bien como miembros de un equipo y a menudo se los ve llevando el timón. Reconocen la importancia del esfuerzo individual y de la sumisión del ego en aras del bien común. Quizá por eso a menudo son admirados, incluso adorados, por los miembros de su grupo.
En cualquier caso, deben tener cuidado de no transgredir los límites de la sociedad. No sólo tienen la costumbre de crearse enemigos y despertar envidias, sino que a veces resultan lisa y llanamente arrogantes. Los más engreídos sufrirán las consecuencias de esa actitud, y es posible que sean abandonados por su grupo social, condenados al ostracismo o incluso encarcelados. Los nacidos este día necesitan más que nadie una humildad que proteja sus mejores cualidades de la arrogancia o el egocentrismo extremo.
