Los nacidos el día 13 de Febrero son individuos muy vitales que están siempre dispuestos a participar en todo lo que resulte estimulante, dentro de unos límites razonables. Les gusta ser el centro de atracción. Muchos de ellos pueden definirse abiertamente como exhibicionistas. Aunque no siempre buscan figurar en público, suelen atraer la atención en su círculo familiar o social, y dado el deseo de compartir sus emociones, tienden a demostrarlas, sean alegres o tristes. Por ser inconstantes les resulta difícil guardar secretos o no expresar sus opiniones durante mucho tiempo, y su franqueza y espontaneidad emotiva puede causarles muchos problemas, particularmente en el plano amoroso.
Por lo general creen que deben expresarlo todo, aunque a veces se limitan a uno o dos aspectos concretos de su vida, y es prácticamente imposible lograr que se contengan. Razonan bien y su mente es ágil, pero en ocasiones parece haber una desconexión entre el cerebro y el espíritu que les impide poner freno a sus emociones y les dificulta razonar con objetividad.
Muchos de ellos se comportan de forma animada y desinhibida, lo que sin duda es una actitud sana y expresiva, pero los menos evolucionados pueden tener una tendencia a la violencia y la autrodestrucción. Para su mejor desarrollo personal, es de vital importancia que estos individuos aprendan a comportarse de manera más tranquila sin llegar a la frialdad, a dominar su expresividad sin reprimirla del todo y a recordar que no todos pueden responder a sus exigencias y tolerar sus críticas. También tienen que entender que su desinhibición puede coartar a otros que quizás quisieran ser más abiertos.
Si quieren mejorar su proceso evolutivo, los nacidos este día deben tratar de ser menos dispersos y de analizar con más profundidad su compleja personalidad. También es conveniente que comprendan cómo piensan los demás y que tengan en cuenta sus temores, necesidades y deseos. A veces, por creer que todos son tan seguros como ellos, cometen el error de querer impresionar instantáneamente a quienes acaban de conocerlos. Aunque es comprensible que quieran comunicarse con sus íntimos en un mismo nivel, no deben impacientarse ni irritarse cuando no lo consiguen, ya sea porque los otros no tienen tan claro lo que para ellos es obvio o por alguna otra razón.
