Los nacidos el 15 de junio confían en que su encanto les permitirá llegar adonde quieren ir. Así, sus principales talentos están dirigidos hacia el exterior y requieren la participación de los demás. Los nacidos este día deben el aprecio de los demás para poner en práctica sus poderes de seducción. Es decir, que su particular estilo de seducción es patente, más que sutil. Tienen la habilidad para convencer a los demás de sus puntos de vista y luego sacar lo mejor de ellos. La mayoría sólo desean sentirse apreciados, y sólo los menos evolucionados son calculadores y tienen intenciones ocultas. Para- estos últimos individuos, el dinero tiene una importancia crucial.
Los nacidos este día desean ser atractivos en el sentido más amplio de la palabra. Si no cuentan con un atractivo físico natural, usan el cerebro para seducir, y cuando esto tampoco funciona, recurren a la astucia, la locuacidad o a su conocimiento de la naturaleza humana. Saben cómo hacer que el sexo opuesto confíe en ellos, normalmente combinando el encanto mencionado con la habilidad para hacerse indispensables. Una vez más, sus intentos de manipulación serán evidentes y no solapados. Es un juego en el que suelen pasarlo bien ambos jugadores.
Los nacidos el 15 de junio conocen bien a los demás: saben qué los motiva, cuáles son sus sueños, aspiraciones y necesidades básicas. Pero lo más importante es que saben sacar provecho de este conocimiento. Cuando trabajan para una causa o una empresa cumplen la inestimable función de llamar la atención del público sobre un producto o servicio. En consecuencia, están naturalmente dotados para las relaciones públicas y la publicidad. De hecho, cualquier profesión que implique «arrojar el anzuelo y pescar al pez» entra dentro de sus capacidades, incluyendo las labores apostólicas.
Si un club u organización necesita a alguien para reunir fondos, ellos son los candidatos perfectos; cuando un negocio depende de que el público entre en la tienda, vale la pena contratar a un nacido el 15 de junio, que no sólo sabrá cómo atraer a los clientes, sino también cómo concretar una venta. Estos individuos saben cuándo presionar y cuándo ceder, y con el paso de los años perfeccionan cada vez más esta habilidad. Rara vez se los encuentra aspirando a metas inmorales, quizá porque es la propia aspiración, y no la meta, lo que les interesa. Sus encantadores modales son una delicia para quienes los rodean. Sin embargo, lo que son en realidad, su verdadera identidad, seguirá siendo un misterio no sólo para los demás sino también para sí mismos. Los más evolucionados de los nacidos este día no se limitan a asumir el papel de seductores, sino que se mantienen abiertos a las influencias externas, a formas más elevadas de la conciencia y el pensamiento.
