Signo Leo: nacidos el 18 de Agosto

Los nacidos el 18 de agosto deben afrontar y superar enormes problemas en su vida. Por muy felices o triunfadores que sean, continuamente surgirán dificultades en su camino que pondrán a prueba su temple. Emocionalmente profundos, los nacidos este día viven el sufrimiento y la adversidad con mayor intensidad que el resto de las personas. Pero esto no los hace infelices, pues saben que sólo tras superar experiencias difíciles es posible alcanzar los niveles más altos de conciencia.
Ni las discusiones, la televisión, el arte, la música o la literatura podrán convencer a los nacidos este día de que existe un sustituto para la experiencia. Aunque la lucha por comunicar su visión personal de la vida puede ser difícil, ellos no esperan que sea de otra manera.
Muchos se sienten atormentados por miedos secretos o fobias que acechan, como monstruos, en su inconsciente. Independientemente del camino que escojan en la vida, se toparán con esos dragones y se verán obligados a matarlos.
Con frecuencia, las mayores dificultades en la vida de los nacidos el 18 de agosto están relacionadas con la pareja o con un amigo íntimo (este último a veces atrae problemas debido a su profesión o a su personalidad). Los nacidos este día son excelentes compañeros, guías y consejeros, capaces de ayudar a los demás a cumplir y delegar responsabilidades.
Estos individuos también son buenos líderes, y ven los retos como una oportunidad para triunfar. Sin embargo, uno de estos retos o conflictos a menudo adquiere una posición central en su vida y se convierte en un adversario permanente, acaso invencible.
No obstante, los nacidos el 18 de agosto continúan resistiendo. Aunque sus batallas y sus responsabilidades crezcan, pueden vivir una vida larga y hallar la felicidad que merecen. Los nacidos el 18 de agosto no son quejicas ni «sufridores profesionales». Procuran afrontar los problemas y resolverlos a medida que aparecen. Saben que no es fácil vivir en el mundo, pero de todos modos se arman de valor y hacen lo que pueden. Estos individuos no son ni optimistas ni pesimistas, ni comunicativos ni retraídos; son realistas que tratan de ver las cosas como son y sacar el máximo provecho de cada situación. Una cosa está clara: están dispuestos a seguir adelante aunque la vida les reserve más dificultades que dicha.

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