Los nacidos el 19 de Febrero tienen una pronunciada tendencia a investigar primero todo cuanto los rodea y después el resto del mundo.
Por lo general superan muy pronto las sensibilidades infantiles y adquieren una temprana madurez que les permite manejar con soltura las presiones de la vida cotidiana. Aunque pueden mostrarse interesados en las cuestiones de orden místico, siempre mantienen los pies en la tierra y se dedican sencillamente a observar. Los más extravagantes pueden ser muy dados a viajar, a las aventuras y a los romances, pero su objetivo primordial seguirá siendo alcanzar metas distantes y de difícil acceso.
Dado que sus esfuerzos están destinados a innovar, los atrae enormemente dejar su impronta en todo lo que hacen y en las ideas que aportan. Aunque el impulso que los lanza a buscar el éxito es sano y vital, deben procurar no volverse insensibles tras pasar tanto tiempo superando o derribando barreras. Es vital que conserven su sensibilidad interior, pero sólo podrán hacerlo si la emplean en todo lo que hagan. Los que crean que su vida profesional no tiene relación con la personal, que son dos entidades absolutamente distintas sin incidencia recíproca, se engañarán a sí mismos.
Aunque se desempeñan mejor por cuenta propia, estos individuos también se desenvuelven bien en equipo, y gran parte de su éxito se debe a su perceptividad para juzgar a los que trabajan con ellos, en particular cuando se trata de ponderar sus puntos fuertes y débiles y reconocer sus potenciales. Suelen estar dotados para el liderazgo, pero es raro que quieran ejercerlo. A pesar de que los demás suelen considerarlos individuos de talento, sólidos, leales y estables, cuando sienten el impulso de moverse o de hacer un cambio importante necesitan sentirse libres para seguirlo, en cuyo caso deben estar preparados para cualquier eventualidad.
Los nacidos este día se cuentan entre los individuos más dispuestos a ayudar a evolucionar a los demás. Una de las formas que tienen de manifestar este aspecto de su carácter es pasar mucho tiempo con niños, que no necesariamente tienen que ser los propios, y participar en actividades sociales que les permiten conocer las inquietudes y las necesidades de otros seres adultos.
Pero la realización de estas actividades está siempre sujeta a que puedan abandonarlas cuando lo deseen para dedicarse a sus propios asuntos, pues sus objetivos no suelen tener nada en común con los de la sociedad, sino más bien con su propia evolución y con las cuestiones de honor.
Su espontaneidad los induce a seguir los caminos que les dictan sus impulsos, y dado que a veces lo hacen de forma temeraria, deben tratar de no tomar parte en actividades que puedan ser autrodestructivas. Aunque todos tenemos la tendencia a ser nuestros peores enemigos, la de los nacidos este día es mucho más pronunciada.
