Los nacidos el 20 de julio viven entre las alturas y las profundidades. Esta tendencia a los altibajos se manifiesta en su vida profesional, emocional, familiar o social, así como en sus sueños y aficiones. La alternancia entre el aumento y la disminución de actividad es tan característica de su personalidad como los cambios de estaciones lo son de la Naturaleza.
Para comprender a los nacidos este día es preciso observarlos en un momento de transición, ya que pasan constantemente de un estado a otro.
No es el hecho de estar eufóricos o deprimidos, de triunfar o fracasar ni cualquier estado intermedio lo que define a los nacidos este día, sino el movimiento en sí, la tendencia a ir hacia alguna parte. En consecuencia, estos individuos dan menos importancia a lo que son que a aquello en lo cual se convertirán, pues son más dinámicos que estáticos. Al cambiar tan a menudo de estado, los nacidos este día corren el riesgo de tener una personalidad muy inestable, como un elemento radiactivo. Sin embargo, es en este proceso de cambio constante donde los más evolucionados de los nacidos este día encontrarán paz y estabilidad. Ellos son una prueba viviente de que el ojo del huracán puede ser el sitio más tranquilo.
Aunque los más afortunados tienen este centro de serenidad en su interior, deben evitar conformarse y estancarse, sobre todo cuando se sienten atraídos por una posición social o una recompensa económica. Si consiguen motivarse a sí mismos para alcanzar cimas más altas al tiempo que mantienen el equilibrio, continuarán siendo productivos. Estos individuos van de un extremo al otro, de la conducta exuberante a la complacencia, pero ambos estados son igualmente peligrosos y es preciso ajustados a la realidad.
La pareja y los colegas de los nacidos este día tendrán la suerte de convivir o trabajar con una persona digna de toda confianza. Sin embargo, deberán ser muy comprensivos y pacientes, pues los nacidos el 20 de julio suelen tardar mucho en alcanzar sus metas en la vida.
Curiosamente, pueden sentirse insatisfechos tras obtener cierto grado de éxito, porque lo que más necesitan es experimentar pequeños fracasos y frustraciones que los empujen a hacer cambios radicales en su vida. Una vez más, el principal peligro para ellos es volverse demasiado cómodos o satisfechos con sus esfuerzos o su situación. Las personas más próximas a ellos (amigos, pareja, amante, hijos) tendrán dificultades para comprender la constante necesidad de lucha de los nacidos este día, y es posible que no estén dispuestos a participar en un proceso evolutivo que parece ir inevitablemente acompañado de angustia y desdicha. Pero los nacidos este día no deben conformarse con una existencia mediocre. Si encuentran la emoción y el estímulo que necesitan en su profesión o en su vida cotidiana, alcanzarán el equilibrio entre lo que buscan y lo que tienen. De lo contrario, corren el riesgo de asfixiarse en su conformidad.
