Los nacidos el 22 de Febrero suelen volcarse por entero al servicio de una causa importante. No permiten que su complejo mundo personal y su profunda sensibilidad emocional se conviertan en su preocupación principal, y se vuelcan por entero a la tarea de alcanzar ideales y metas universales.
Su sentido democrático, quizás incluso patriótico, es muy profundo, y suele animarlos la creencia de que todos los seres humanos deben gozar de mayor abundancia. No es extraño que apoyen o lideren una causa de su grupo social, organización, comunidad o país, pero los más evolucionados tienen ideales que trascienden las fronteras municipales o nacionales. Como amantes de la libertad universal y grandes idealistas, su deseo es que todo el mundo viva sin la amenaza de la tiranía o la opresión.
Estos individuos tienen un firme sentido del deber, y pueden ser severos e implacables con cualquiera, pero en particular con ellos mismos cuando cometen un error. También suelen sufrir mucho cuando, por razones de conveniencia o de supervivencia, infringen sus propias normas de conducta. Deben aprender a ser menos severos consigo mismos y a aceptar las circunstancias tal cual son. Por lo general establecen unas normas de conducta tan severas que incluso a ellos les resulta difícil cumplirlas.
El hecho de que se entreguen en cuerpo y alma a una causa, como ya se ha dicho, no significa que sean plácidos en sus relaciones personales. A pesar de que al parecer están dispuestos a vivir experiencias muy variadas, tienen muy claro lo que les gusta, pero también lo que no les gusta, y suelen expresar su disgusto sin ambages.
Son con frecuencia muy críticos de la sociedad, y no es raro que adopten una postura revolucionaria o de vanguardia. Además, como no son particularmente optimistas, evalúan con realismo los defectos de todos y de todo. Los más evolucionados no pueden dejar de notar todas las imperfecciones que los rodean, pero la mayoría opta por no hacer nada más que quejarse o, en todo caso, rebelarse a tientas; los que llegan a aceptar las desigualdades sociales que contravienen su espíritu idealista pueden acabar siendo absolutamente pesimistas.
Dada la capacidad de dejar a un lado sus deseos personales, los individuos de este día pueden ser líderes excepcionales que despierten un profundo sentido de lealtad en sus seguidores, aunque desde luego no todos tendrán la oportunidad de ejercer su autoridad como jefes, directores o líderes políticos. En el caso de necesitar ayuda o asistencia, exigirán grandes sacrificios a sus solegas, familiares o amigos, ya que rara vez se pone en duda la pureza de sus razones.
