El día de la minuciosidad y el sensacionalismo
Los dos temas dominantes en la vida de los nacidos el 24 de octubre son: el de las revelaciones y descubrimientos dramáticos por una parte, y el de la minuciosa atención a los detalles por la otra. Puesto que rara vez son personas frías o analíticas, sienten la necesidad de revelarse y revelar sus descubrimientos al mundo de manera entusiasta, incluso extravagante. Sin embargo no son exhibicionistas, sino artesanos y profesionales que se toman su trabajo muy en serio, sobre todo desde el punto de vista técnico. La influencia que ejercen en quienes los observan o escuchan está calculada para producir el efecto que desean. Entre sus cualidades más importantes destaca un magnetismo personal que les ayuda a atraer el interés de la gente.
Los nacidos este día pueden ser muy dominantes en el círculo familiar o social. Aunque están seguros de sí mismos y casi siempre tienen algo que decir, en ocasiones se expresan a través del silencio. De hecho, están convencidos de que la calidad de su trabajo debería hablar por sí misma, y que no necesitan promocionarla.
Estos perfeccionistas están pendientes de los detalles más nimios de su trabajo y creaciones. Cuando son padres, se preocupan por todos los aspectos de la vida de sus hijos, y en el papel de amigos o amantes son extremadamente atentos. En efecto, el drama y los detalles están estrechamente relacionados en su vida, pues su capacidad para expresarse con convicción se basa en años de experiencia y estudio concienzudo. Rara vez hacen comentarios sobre asuntos de los que saben poco o nada. Por lo tanto, detestan la falsedad y detectan de inmediato la pretenciosidad y la información dudosa.
Por desgracia, es difícil convivir y trabajar con los nacidos este día. Los más cercanos a ellos tendrán que comprender su obsesión por la actividad profesional y no tomarla como un rechazo personal. Sin embargo, cuando un nacido el 24 de octubre se enamora locamente de alguien, es capaz de vivir pendiente de esa persona y olvidarse de todo lo demás, cosa que, naturalmente, creará el problema opuesto. Estos individuos han de procurar dominar su entorno hasta el punto de despertar la ira y el resentimiento de otros o fomentar el descontento y la rebeldía. Si desean avanzar en su desarrollo personal, tendrán que moderar sus celos y sus impulsos posesivos. Deberían reconocer que el exceso de atención a los detalles puede hacer que los demás se sientan presionados y vigilados, y también que divertirse es un gran antídoto contra el estrés.
