Los nacidos el 26 de noviembre hacen gala de unos modales distinguidos hagan lo que hagan. No están en absoluto cortados por el patrón clásico, muy al contrario, se apartan de sus congéneres. Sus ideas son filosóficas, pero a la vez manifiestan una vena notablemente pragmática y realista. Aunque se centran en conseguir lo que se proponen, para estos individuos es más importante su trabajo creativo o su desarrollo personal que todos los honores y recompensas que pueda ofrecerles el mundo. Al mismo tiempo, su mente puede embelesarse con las ideas más románticas y peregrinas.
Como para ellos es imposible renunciar ni a la faceta práctica ni a la imaginativa de su personalidad, deben intentar conseguir una síntesis de ambas. Esta aparente contradicción constante quizá consuma buena parte de su energía durante muchos años, pero si logran reconciliar ambos aspectos no hay límite a lo que podrían alcanzar. La clave de esta síntesis es la experiencia vital, pero hasta que se produce, los nacidos este día pueden encontrarse oscilando cada pocos años entre los compromisos más lógicos o pragmáticos y los más caprichosos. Alcanzarán cierto éxito en alguno de los extremos, pero conservarán una sensación de vaga insatisfacción por desperdiciar una parte de su potencial.
Para estos individuos, las relaciones con la persona amada pueden ser problemática, principalmente porque su individualismo y sus ansias de libertad a menudo pesan más que su necesidad de conservar una pareja estable. Son alternativamente apasionados y fríos, incapaces de o reacios a comprometerse de una forma duradera. Valoran a los amigos de su mismo sexo más incluso que a sus amantes, y no sólo les son más fieles, sino que además son capaces de ofrecerles una intimidad mayor. Sin embargo, en definitiva suelen ser ellos quienes echan el freno en las relaciones, a veces por una especie de mentalidad de «atacar primero» cuando perciben un rechazo inminente hacia ellos y reaccionan impulsivamente. Por eso pueden ser peligrosos para sus allegados.
No hace falta decir que los nacidos el 26 de noviembre pueden ser reacios a casarse o asumir la responsabilidad de tener hijos. Los que eligen permanecer solteros pueden ser infelices de vez en cuando viviendo a su manera, pero consideran que eso es mejor que atarse a una situación definitiva inalterable. Estos individuos presumen de su individualismo y les resulta difícil acatar las convenciones sociales. Al mismo tiempo, se comprometan o no, suelen desenvolverse bien en sociedad, en cuanto descubren lo que quieren hacer realmente e integran los elementos dispares que conforman su personalidad.
