Signo Leo: nacidos el 27 de Julio

El día de la decisión

Los nacidos el 27 de julio a menudo se encuentran en una posición que los obliga a tomar decisiones por otros, ya sea para establecer teorías, dirigir organizaciones o grupos sociales o llevar una familia. Los nacidos este día suelen tener una gran capacidad para organizar horarios y plazos y fijar reglas de toda clase. Sin embargo, pueden surgir problemas cuando estos dinámicos planificadores se ven obligados a tomar decisiones personales, incluyendo las de índole sentimental. Dado que casi siempre se vuelcan por entero a un grupo o a su propia profesión, es posible que olviden poner orden en su propia «casa», ilustrando el refrán de «en casa del herrero cuchillo de palo». En ocasiones, la decisión más difícil para un nacido el 27 de julio es la de abandonar aquella entidad que con tanta competencia organizan o dirigen. Su éxito en esta tarea (medido según los criterios de la sociedad) puede convertirse en uno de sus mayores problemas. Es probable que otra organización o empresa reconozca el valor de un individuo así y desee reclutarlo; aunque la mayoría de las veces la crisis se produce cuando una actividad secundaria adquiere una importancia capital en la vida de esta persona. A menudo esta actividad tendrá un fuerte componente emocional y exigirá una entrega apasionada. Entonces, un tedio poco familiar puede llegar a apoderarse o incluso a paralizar a estos individuos acostumbrados a tomar decisiones. El temor a abandonar la primera actividad, o la duda de si serán capaces de desempeñarse satisfactoriamente en la segunda, les impedirá actuar. Muchos de los nacidos el 27 de julio, tanto hombres como mujeres, tienen un problema con la ira y la agresividad. A menudo estos individuos son físicamente imponentes, incluso intimidantes. O bien canalizan esta fuerza para perfeccionar el rendimiento, el orden y la disciplina de su proyecto personal o grupal, o reprimen sus impulsos agresivos que emergen periódicamente en un conjunto de manifestaciones sublimadas o explosivas. Curiosamente, tras la apariencia de seguridad de muchos de los nacidos este día se oculta un carácter apocado y una resistencia a superar temores arraigados.
En consecuencia, la decisión más importante que debe tomar un nacido el 27 de julio no se refiere a los demás, sino a sí mismo, y es la de escoger una vocación realista que garantice éxito y felicidad, o la de reconocer sinceramente con qué clase de personas desea relacionarse. Hasta tanto estos individuos conozcan sus verdaderas pasiones, tanto públicas como privadas, estarán destinados a mantenerse en un empleo seguro o una situación estable —postergando, racionalizando y procurando que las cosas funcionen— mientras sueñan en secreto con abandonarlas. Necesitarán un valor extraordinario para seguir los designios del corazón y ser sinceros consigo mismos, pero si lo consiguen, la recompensa también será extraordinaria.

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