El día de los impulsos
Los enérgicos individuos nacidos el 27 de octubre tienen una personalidad dinámica e impulsiva. Sus sentimientos intensos se expresan en una amplia gama de actitudes, desde la alegría de un espíritu amante de la diversión a la melancólica vehemencia de una pasión oscura. No es extraño, entonces, que los nacidos este día experimenten cambios radicales de humor. Sin embargo, es esencial que aprendan a controlar su carácter emotivo, ya que si permiten que se vuelva negativo podría causarles graves prejuicios en la vida personal y laboral.
Los introvertidos nacidos este día, en los que predomina el lado oscuro, son propensos a evadirse o a caer en la depresión y en los impulsos autodestructivos. Estos dos últimos factores son particularmente peligrosos, ya que pueden materializarse con demasiada rapidez para que los más allegados a estas personas puedan prevenirlos. Los extrovertidos nacidos este día, los más alegres, dirigen su energía hacia el exterior, alentando a amigos y compañeros de trabajo y mejorando su entorno. Ambos grupos tienen una extraordinaria, aunque esporádica, energía creativa que da vitalidad a su obra.
Puesto que muchos de estos individuos procuran dar una imagen de responsabilidad, a menudo esconden su sensibilidad. Su apariencia imponente puede ocultar una psique sorprendentemente frágil. Por lo tanto, corren el riesgo de exigirse más de lo conveniente y, en consecuencia, sufrir una crisis nerviosa.
Los nacidos el 27 de octubre manifiestan una gran necesidad de que la familia y los amigos los aprueben y los apoyen. Podría decirse que el afecto de los demás es imprescindible para ellos. Sin embargo, también pueden manipular hábilmente los sentimientos de los más cercanos, y son capaces de proyectar en ellos sus fuertes impulsos emocionales o de retirarles su aprecio.
Los nacidos este día pueden generar fuertes emociones o producir cambios en las vibraciones con su sola presencia, con una mirada e incluso con sus pensamientos. Deben combatir la posesividad y los celos por una parte, y su tendencia a distanciarse de los demás por otra. Es de vital importancia que reconozcan la fuerza de su influencia y su poder, ya que muchos de ellos no tienen conciencia del impacto que producen sobre los que los rodean. En este sentido, los que deben tener más cuidado son aquellos que tienen responsabilidades o relaciones interdependientes: hijos, pareja, padres, amigos íntimos, colegas o empleados.
