Los nacidos el 28 de diciembre son capaces de transmitir una energía sólida y directa a sus quehaceres, y hacerlo con elegancia. Su refinamiento se basa en una absoluta seguridad en sí mismos y en lo que pueden conseguir. A menudo logran crecer desde niños en un ambiente que, aunque no sea muy estimulante, les proporciona la estabilidad que necesitan para aventurarse en una profesión y con el tiempo fundar su propia familia. En efecto, los nacidos este día raramente olvidan sus raíces o se esfuerzan por encubrirlas. Por ser tan terrenales, son a la vez modestos y responsables.
Trabajan con ahínco, son serios con lo que hacen y se niegan a dejarse desviar por frivolidades. Aunque sin duda les gusta divertirse, saben dónde fijar el límite (normalmente el punto donde su trabajo empieza a verse afectado). A estos individuos les sobra la energía, pero tienen que concentrarse en una sola cosa para ser eficaces. Si intentan abarcar demasiado y abordan un excesivo número de proyectos, ellos y su trabajo sufrirán. Deben tener cuidado con el exceso de confianza.
Otra debilidad de muchos de los nacidos este día es la incapacidad de afrontar los reveses importantes. Debido a que con frecuencia entienden su vida en términos bien definidos y se consideran preparados para cualquier eventualidad, cuando surge una oposición a sus planes inesperada o repetida pueden desconcertarse y desalentarse. Cuando se enfrentan a un rival, un competidor o un enemigo, estos individuos quizá no piensen lo suficiente en las motivaciones de su adversario, por concentrarse sólo en su propia actividad y excluir todo lo demás. En su relación con los amigos, colaboradores y parientes, quizá incluyan el bienestar de otros en su fórmula para alcanzar el éxito, pero pasan por alto el hecho de que algunos desean ocuparse personalmente de su propio bienestar, sin ayuda exterior.
Los nacidos este día deben ser extremadamente precavidos para no dar la sensación de saber más que nadie o de saberlo todo. Aprender a dejar que los demás demuestren sus méritos, manifestando un interés por las opiniones ajenas, les es crucial para ser apreciados. Poder contar una necesidad, y de vez en cuando pedir ayuda sin ambigüedades, permitirá a los demás acercarse a ellos de una manera verdaderamente humana.
De este modo, gran parte de lo que garantiza el éxito profesional de los nacidos el 28 de diciembre puede resultar un inconveniente en su vida personal. Muchos se sentirán atraídos por su competencia y estabilidad, pero quizá por razones equivocadas, y los nacidos este día pueden acabar asociándose con gente que los admiran y sirven, o bien que los envidian y les roban energía. Por eso, los nacidos el 28 de diciembre que encuentran una pareja a su altura con quien pueden relacionarse a un nivel adecuado, pueden considerarse sin duda muy afortunados.
A estos individuos les gusta sentirse valorados, como a todo el mundo, y sufren profundamente si sus mejores cualidades pasan inadvertidas. Aprender a compartir las experiencias comunes, establecer lazos de amistad sólidos y bajar un poco de su pedestal liberándose de ideas desencaminadas sobre sí mismos puede contribuir a que se sientan más amados y felices.