Signo Acuario: nacidos el 28 de Enero

Los nacidos el 28 de enero son capaces de logros extraordinarios. En la mayoría de los casos se trata de proezas físicas, para las que hay que superar grandes obstáculos a base de puros redaños y determinación. No obstante, el componente mental de los nacidos este día también es muy alto. Sin una fuerza de voluntad fuera de lo corriente que proporcione a sus actos la fuerza y la resolución necesarias, ni facultades muy conceptuales que los guíen, dichos logros físicos jamás se materializarían.

Los nacidos este día eligen sus desafíos e intereses de una manera muy individualista. Los más evolucionados son realistas respecto a su capacidad y por ello, aunque a otros les parezcan osados, incluso temerarios, nunca pierden el control de sí mismos. Los menos evolucionados no alcanzan el éxito por la razón opuesta: una valoración poco realista de su capacidad, sumada a una cohibición autodestructiva o una vanidad inherente a ellos.
La mayoría de estos individuos se conforma con quedarse en casa y leer sobre acontecimientos emocionantes o verlos por televisión, y de vez en cuando asistir a encuentros deportivos trepidantes, manifestaciones artísticas o acontecimientos culturales. Son los más afortunados, según ellos mismos, porque experimentan las emociones indirectamente sin correr los riesgos. Sin embargo, inevitablemente, necesitarán considerarse figuras emocionantes en la realidad y a menudo se complicarán en asuntos para los que no están bien preparados. Les conviene mucho más servir de modelo inspirador a su familia, sus amigos y colegas, asumiendo la condición de héroe de la manera simple y decente como tratan sus asuntos cotidianos y el ocasional gran desafío que el destino coloca en su camino.
El tipo de personalidad más atrevida de los nacidos este día, estimulada por el deseo de realizar grandes hazañas, no es necesariamente histérica ni superficial. Estos individuos pueden ser, y normalmente son, también extremadamente prácticos, o de lo contrario no habrían sobrevivido. Rara vez o nunca intervienen en una situación sin haber sentado primero algún tipo de base sólida. Por medio del estudio descubren exactamente lo que se necesita para realizar el trabajo y luego simplemente lo hacen. Sin embargo, la naturaleza de sus conquistas suele requerir cierto grado de valor y osadía.

Gran parte de lo que interesa a estos individuos entra dentro de la categoría de «batir récords», e implica llegar «adonde ningún ser humano ha llegado jamás». Por eso nunca son tan felices como cuando abren nuevas sendas y superan obstáculos. Las diferencias, la individualidad, la realización y el honor son lo que más mella hace en ellos. Los verdaderos peligros son, naturalmente, perder el contacto con la realidad, esperar demasiado de sí mismos y acabar viendo la vida cotidiana como algo anodino y carente de encanto.

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