Los nacidos el 28 de mayo son felices cuando empiezan nuevos proyectos, aplican sus ideas peculiares y se sienten libres para materializar sus pensamientos en el mundo. Sus obras son sencillas, pero también originales y elegantes. Gracias a su actitud expeditiva y a sus originales puntos de vista suelen tener éxito cuando encuentran la profesión que más les conviene. Pero hasta entonces pueden ir dando tumbos, saltando de un empleo o grupo social a otro.
Los nacidos este día no sólo son individuos de ideas, sino también realizadores que defienden la libertad de actuar a su manera. Por desgracia, a veces se dejan llevar por su individualismo y olvidan que hay ciertas reglas que todos debemos acatar para vivir en sociedad. En ese caso, pueden sufrir un golpe del que les costará recuperarse. Si son resueltos, seguirán adelante impertérritos; de lo contrario, se quedarán en la cuneta.
Los nacidos el 28 de mayo alcanzan el éxito por sus propios méritos. Rara vez llegan a la cima jugando con ventaja o valiéndose del nepotismo, sino que suelen surgir de la nada y conquistar terreno gracias a sus capacidades poco corrientes. Los menos evolucionados sufren múltiples frustraciones hasta obtener reconocimiento, ya que les resulta particularmente difícil que los demás confíen en sus planes descabellados. A estos individuos les conviene adaptarse al sistema en el que trabajan y esperar su oportunidad para innovar, en lugar de empecinarse en arremeter contra un muro y despertar antagonismos.
Pocas veces son buenos maestros y tienen dificultades para explicar los pasos que siguieron para concretar sus inusuales ideas. En efecto, son personas de acción, demasiado pendientes de lo que hacen para detenerse a pensar en sus razonamientos originales, a menudo únicos. Debido a su desmedido egocentrismo, pueden perder el contacto consigo mismos y con quienes los rodean. Por eso necesitan reflexionar más sobre sus motivaciones y las de los demás.
A los nacidos este día les cuesta acabar los proyectos, quizá porque empiezan muchos y les interesa especialmente la fase inicial. No sólo valoran la innovación, sino que en un sentido profundo necesitan renovarse continuamente con nuevos estímulos. Quizá teman perder su inspiración o comenzar a actuar mecánicamente si se repiten o continúan demasiado tiempo con un mismo proyecto, pero aun así deben aprender a perseverar. Necesitan sentirse a la altura de sus creaciones y por eso se imponen a sí mismos metas cada vez más grandes.
