El día del ataque comedido
Los nacidos el 30 de noviembre saben instintivamente cuándo y cómo afrontar cualquier reto que deseen superar. No son dados a precipitarse y su estrategia suele ser calculada, meticulosa y eficaz. Están dotados de una gran intuición y son capaces de dar más de una sorpresa a quienes intentan frenarlos o detenerlos. Si más tarde reflexionan, los rivales y competidores se darán cuenta de cuánta preparación y estudio previos había detrás de su derrota a manos de un nacido este día.
Se puede aprender mucho de estos individuos observando su forma de trabajar. Al dorarle la pildora a un cliente, preparar una presentación comercial o tratar de conquistar el afecto de alguien, ensayan mentalmente en muchos escenarios, una y otra vez, hasta que se consideran preparados para casi cualquier eventualidad. Tras esta fase inicial de preparación, ellos deciden el lugar y el momento de la reunión, normalmente con mucho cuidado y con el consentimiento de la «víctima». Por fin, se lanzan sobre la presa. La ropa que se ponen, lo que dicen, el ritmo que imponen… todo forma parte de una bella composición. El resultado suele ser que cuesta mucho negarles nada. No obstante, también ellos deben aprender a reconocer, digerir y aceptar sus derrotas, puesto que no consiguen influir en todo el mundo, por convincentes que sean.
Los nacidos este día son capaces de obtener el máximo con lo que tienen a mano. Si tienen algún talento, se ve potenciado a la enésima potencia sin un gasto de energía importante. También poseen un fino sentido del humor y un don para exponer los asuntos serios de forma aceptable (siempre con una sonrisa). Su sentido del humor es sutil, pero también les permite desternillarse de risa de la manera más escandalosa. Son unos mimos excelentes y emplean la sátira de una manera tan sutil que a los demás quizá se les escape su intención… o casi. Sin duda, es un sentido del humor de la variedad provocadora.
A pesar de sus modales corteses, los nacidos el 30 de noviembre saben ponerse a la defensiva cuando alguien los ataca. Deben aprender a no reaccionar desproporcionadamente a lo que dice la gente o delatar sus inseguridades ocultas a la primera de cambio. Susceptibles hasta el límite, no se toman bien que se rían de ellos. Las agresiones directas se tropiezan primero con una sólida muralla defensiva; más tarde, con unas represalias comedidas, de las que realmente duelen. Debido a su propensión a esperar el mejor momento, los nacidos este día deben tener cuidado con alimentar los rencores o reprimir sus sentimientos y sus frustraciones. Lo que distingue a los más evolucionados es la capacidad de esquivar con gracia, ecuanimidad y falta de rencor las energías negativas dirigidas hacia ellos.
A menudo reflejan un espíritu infantil y por eso las ofertas y sugerencias desinteresadas son las que nías los conmueven. De hecho, son inmunes a las amenazas o a los argumentos astutamente falaces del mundo, pero les cuesta mucho negar algo a las personas abiertas y sinceras.
