Los nacidos el 31 de marzo son grandes luchadores que avanzarán en su camino sin detenerse ante los obstáculos. Tienen la tenacidad necesaria para seguir hasta el final. Una vez que alcanzan una posición, es difícil moverlos de allí. Es probable que no expresen sus ideas originales simplemente porque desean mantener su posición. Sin embargo, en momentos de crisis a menudo proponen soluciones prácticas y creativas con las que se granjean el respeto de sus superiores.
Resulta difícil trabajar con los nacidos este día, ya que son compañeros de trabajo polemistas y exigentes. Pero sobre todo son muy realistas y lo bastante astutos para sobrevivir en la selva de las relaciones laborales.
Quizás un par de veces en su vida se les presente la oportunidad de hacer un cambio radical en su profesión; si la aprovechan, seguramente triunfarán aunque tarden en hacerlo. Si por el contrario deciden dejar pasar esta oportunidad, es posible que sus talentos ocultos nunca salgan a la luz. Los nacidos este día reaccionan bien ante los desafíos, pero debido a su amor por la seguridad y el realismo en asuntos económicos, prefieren correr riesgos calculados a apostar imprudentemente.
Los nacidos el 31 de marzo se sienten cómodos en la posición de líderes, pero de hecho se desempeñan mejor como socios, ya que esto les permite contribuir al esfuerzo del grupo con su talento para la innovación y sus ideas creativas. Estos individuos pueden vivir solos durante muchos años, pero se desempeñan bien en la vida familiar. Puesto que suelen casarse tarde, es probable que adopten niños o incluso una familia ya constituida, desempeñando el rol de padres sustitutos.
Los nacidos este día no parecen extremadamente cariñosos, pero lo son a su manera, expresando el afecto mediante el humor o la ironía. Tienen un temor inconsciente a las efusiones emocionales, de ahí su apariencia irónica o incluso cínica. Pero su profunda necesidad de cariño, intensificada por el rechazo de los padres en la infancia, exige una pareja comprensiva que sepa cuándo avanzar y cuándo retroceder. La clave para relacionarse con una persona nacida el 31 de marzo es aprender a leer sus pensamientos. Estos individuos son muy intuitivos y esperan que sus seres queridos también lo sean, para que los comprendan sin que ellos tengan necesidad de articular una palabra. De hecho, desconfían de los individuos demasiado locuaces o dados a las promesas.
Los nacidos el 31 de marzo no tienen empuje suficiente para ser grandes líderes, pero sí la paciencia necesaria para esperar y conseguir lo que quieren tarde o temprano. Se guían más por la cabeza que por el corazón, de modo que no hay que apelar a sus sentimientos (sobre todo con tácticas manipuladoras), sino a su sentido común. De este modo, las personas que se relacionen con ellos conseguirán una respuesta franca, pues los nacidos este día valoran por encima de todo la sinceridad.
