Los nacidos el 6 de julio invariablemente se ven envueltos en relaciones y profesiones en las cuales la atracción mutua o el magnetismo es el objeto de su deseo. Se toman la vida con fatalismo, ya que a menudo creen que sus decisiones son inevitables, más que fruto de una elección. La pasión que demuestran hacia aquello que les obsesiona —sea lo que fuere— puede parecer inalterable, sobre todo en la juventud. De hecho, en los nacidos este día la necesidad de acción prima sobre la sensatez y los lleva a comportarse de manera impulsiva. Por ejemplo, es probable que se les meta en la cabeza que quieren tener a una persona como amiga o pareja o que se empeñen en conseguir un premio, una recompensa o un empleo. También pueden sentirse atraídos por el dinero o el sexo en general.
Los peligros de esta actitud compulsiva son múltiples. La pérdida del objeto de deseo puede producir un desencanto o un sufrimiento devastadores, y si han puesto todos los huevos en un cesto, es probable que hayan desatendido durante años otros afectos o ambiciones más sensatos, por lo que con el tiempo se sentirán defraudados o resentidos. Cuando el objeto de su deseo es un área más amplia (como el sexo y el dinero), se encontrarán con toda clase de energía humana, tanto positiva como negativa. Los nacidos este día que se entregan en cuerpo y alma a sus obsesiones pueden poner en peligro sus ideales, sus intereses e incluso el respeto por sí mismos cuando se ven envueltos repetidamente en relaciones poco saludables.
Aunque es probable que tengan muchos tropiezos antes de alcanzar la madurez, la mayoría de los nacidos este día aprenderán a través de la experiencia a sopesar las ventajas y desventajas de un proyecto antes de emprenderlo. Los más evolucionados de los nacidos el 6 de julio, comprenden que el deseo por sí solo puede ser positivo, pero que el apego excesivo a alguien o a algo y la negativa a desprenderse de ello puede ser muy destructiva. Estos individuos más evolucionados saben que es preciso seguir adelante sin obsesionarse por las emociones o depender de ellas. Llegados a este punto, aprovecharán su magnetismo para madurar, aprender y avanzar en su desarrollo espiritual.
Los nacidos el 6 de julio necesitan afrontar el gran reto y asumir la importante responsabilidad de impedir que estos deseos magnéticos los desvíen de su camino. Deben aprender a volcar su energía en cada día, cada momento y cada persona con la que se relacionan, en lugar de entregarla por entero a un único objeto (lo que a la larga produce celos, envidia, posesividad y frustración). Si cambian su actitud obsesiva por otra más equilibrada, se librarán de una pesada carga y descubrirán una nueva clase de dicha.
