Los nacidos el 7 de abril ponen entusiasmo y energía en todo lo que hacen. Sin embargo, si tuvieron la desgracia de ser desdichados en la infancia —debido a los padres o el entorno que les tocó en suerte— mantendrán un aire melancólico durante toda su vida.
A menudo demuestran gran entusiasmo y creatividad en sus años jóvenes, aunque luego acaban adoptando una actitud más cómoda y convencional. También es posible que derrochen sus fuerzas en actos de rebeldía durante la adolescencia. A pesar de que los nacidos este día se harán más sabios con el paso del tiempo (y menos imprudentes), la ira puede continuar siendo un problema para ellos.
A veces llegan a un punto en la vida en que su desarrollo espiritual se detiene y necesitan hacer un cambio importante. Esto puede ocurrir en el momento del primer regreso de Saturno (alrededor de los 28 años) o en torno a los 42 años (cuando Saturno y Urano se encuentran en la posición opuesta a la de la fecha de su nacimiento). Si los nacidos el 7 de abril salen airosos de esta encrucijada, serán capaces de desempeñarse mejor en su nueva vida: dominarán el impulso de lanzarse al mundo y, en su lugar, permitirán que el mundo vaya a ellos.
Incluso cuando los nacidos el 7 de abril atraviesan un período de inactividad, son sensibles a las energías positivas de los demás y responden a ellas. Los individuos más evolucionados de este día tienen la capacidad de canalizar esta energía positiva en proyectos sociales y religiosos.
Dan gran importancia a su vida espiritual y a menudo adoptan una actitud religiosa, tanto si participan activamente en un culto como si no. En este sentido, los nacidos este día deben tener cuidado de no abrumar a los demás con su constante optimismo, que no siempre es compartido. Por eso es fundamental que conserven una visión objetiva y crítica.
Los menos evolucionados de los nacidos el 7 de abril parecen siempre dispuestos a echar una mano, pero a menudo demuestran lo contrario cuando se recurre a ellos en momentos de necesidad. Tienen una actitud poco realista y un carácter fuerte, de modo que los que dependen de ellos corren el riesgo de llevarse sorpresas desagradables.
Los más evolucionados, sin embargo, son tan dignos de confianza como prometen, aunque no aceptan demasiadas demandas ajenas. Cuando se les presentan, estas personas buscan la soledad, a veces durante largos períodos de tiempo.
En sus relaciones sentimentales, los nacidos el 7 de abril a menudo contribuyen a reafirmar la autoestima de su pareja, con la que son muy solidarios. El problema es que la pareja puede llegar a depender de este apoyo entusiasta y desmoronarse si se retira.
Los nacidos el 7 de abril se desempeñan bien en puestos públicos, en los que enseñan mediante el ejemplo a alcanzar metas cada vez más altas. Sin embargo, deben hacer un esfuerzo para ser realistas y no dejarse llevar por espejismos. También han de aprender a dominar su ira cuando los demás no cumplen con sus expectativas.
