Los nacidos el 8 de diciembre se entregan por completo en sus objetivos. Esto no sólo es cierto en cuanto a su vida profesional, sino también a la privada. En sus relaciones, entregan todo su corazón sin guardarse nada, ya sea como amigos o como amantes. En cuanto deciden algo, se comprometen del todo.
Estos individuos pueden tener problemas por comprometerse tan a fondo y por el consiguiente sentido de la responsabilidad. Si se ven obligados a abandonar una situación familiar o un grupo de trabajo, por ejemplo, pueden sentirse tremendamente culpables y martirizarse por haber huido de sus seres queridos, aunque las circunstancias estuvieran a todas luces más allá de su control. Si su implicación fuera más objetiva, o si fueran capaces de guardarse algo en reserva, podrían evitarlo, pero casi nunca es el caso. Sin embargo, experimentando decepciones a lo largo de muchos años, los nacidos este día pueden aprender a no dar todo lo que tienen en cada ocasión (cabe esperar que sin renunciar a su natural generosidad).
Son personas que viven sobrecargadas por un exceso de energía, pero no siempre la canalizan bien. A menudo se dedican a proyectos condenados irremediablemente al fracaso desde el principio sin darse cuenta. Además tienden a involucrarse en relaciones muy destructivas, en particular en el terreno sexual y amoroso. Pueden pasar años antes de que se recuperen de las secuelas de tales relaciones obsesivas y desquiciantes, pero casi’nunca se conforman con un compañero o compañera «normales»; parecen querer a las personas más excitantes y absorbentes que encuentran, que les exijan toda su atención y su energía. Quizá tarden un poco en darse cuenta de que nunca será suficiente lo que den y de que, en realidad, apenas reciben nada a cambio. En este sentido, son propensos a volverse adictos. Algunos se sienten arrastrados compulsivamente hacia el abandono, lo que les permite olvidar sus verdaderas preocupaciones (temores, angustias y problemas de personalidad, por ejemplo).
Los más evolucionados de los nacidos este día concentran su prodigiosa energía en el trabajo. En sus obras se reflejará su ánimo impulsivo e incluso su espíritu indómito, pero ellos son capaces de llevar una vida bastante estable y aceptable para la sociedad. De hecho, estos individuos son envidiables, puesto que parecen tener suerte y a la vez disfrutarla. Sin embargo, en realidad deben montar guardia constantemente si quieren mantenerse equilibrados.
En efecto, mantener la vigilancia y desarrollar sus percepciones es vital para los nacidos el 8 de diciembre. Si son lo bastante afortunados para encontrar en su juventud a alguien que merezca tantas atenciones y devoción, podrán considerarlo una bendición. Pero deben comprender que los amigos, amantes y socios comerciales no siempre son capaces de igual grado de compromiso y preocupación. Por eso deben plantearse expectativas realistas y esforzarse por ser objetivos en sus relaciones (de hecho, en todos sus proyectos) con el fin de salvaguardarlas y lograr que sean duraderas.
