Signo Sagitario: nacidos el 9 de Diciembre

El día de la extravagancia

Los nacidos el 9 de diciembre son personas activas e imaginativas que adoran ser el centro de toda la atención. Para ellos, la vida es una aventura romántica que incluye osadas proezas y sorpresas. Más que la mayoría de personas, deben tener la sensación de que son la estrella del espectáculo, el personaje central de la obra teatral que es su vida.
De niños, son en general tranquilos y sensibles, y tienen una imaginación muy activa. Los emocionantes papeles heroicos que adoptan en sus fantasías juveniles se convierten en modelos para un adulto mucho más extrovertido. Los nacidos este día que llevan una vida tranquila normalmente siguen fantaseando toda la vida con osadas proezas. Tarde o temprano tendrán que reconocer esa necesidad de expresarse, si quieren ser felices. Así, superar su timidez y sus inhibiciones es un reto importante para ellos.
Estos individuos viven en un mundo muy subjetivo, donde su percepción de una situación dada puede diferir enormemente de la de sus amigos, socios y parientes. Por ejemplo, otros quizá se conformen con la situación establecida cuando alguien nacido este día ve una evidente y apremiante necesidad de cambio. Esto quizá se deba a la orientación heroica mencionada, que tiende a producir una personalidad poco dada a contemporizar.
Para sus hijos y sus amantes, los nacidos este día pueden ser valientes protectores que se enfrentan a los dragones de este mundo y no dan cuartel. Es difícil estar a la altura de este papel a medida que las circunstancias rápidamente cambiantes hacen variar las necesidades y preocupaciones. Así, si estos individuos quieren seguir desempeñando ese papel, su idea de lo que significa cuidar de los que dependen de ellos debe ser igualmente flexible y adaptable. Esto quizá signifique también asumir responsabilidades de una naturaleza menos atractiva y menos gratificantes de una forma inmediata.
Cuando su agresividad salga a la luz, los nacidos este día no deben permitir que se desborde, ya que semejante comportamiento podría separarlos de sus seres queridos y colegas. Además, deben aprender a contener su explosivo temperamento, que cuando entra en erupción puede producir daños difíciles o imposibles de reparar.
Alcanzar una madurez que aporte coherencia y aprecio por la tranquilidad es quizá el mayor reto para estos individuos. Aceptar desafíos y superar obstáculos es una parte inseparable de su personalidad, pero aprender a dar y tomar sin asperezas, aceptando las circunstancias a medida que se desenvuelven sin dramatizarlas indebidamente, contribuirá muchísimo a su evolución personal. Con la sabiduría que les brinda el paso de los años, dejarán atrás algunas de sus actitudes más exultantes y entusiastas, pero también adolescentes. A medida que se vuelven más filosóficos sobre la vida y más objetivos respecto a sí mismos, serán cada vez más eficaces y más útiles a los demás.

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