Los nacidos el 9 de octubre tienen la capacidad para observar los hechos y la vida de los que los rodean con ojo crítico y clínico. Sin embargo, dan supremacía al corazón sobre la cabeza y saben apreciar las cualidades humanas. Pueden ser sumamente atractivos y ejercer un fuerte magnetismo sobre los demás. Sus intuiciones sobre otros suelen ser acertadas, pero no siempre son tan lúcidos en su visión de sí mismos, sobre todo cuando pierden el equilibrio en un enfrentamiento emocional.
Son tan perspicaces en su evaluación de la vida, que podría decirse que nada escapa a su escrutinio. Sin embargo, como ya se ha dicho, pueden ser poco realistas ante las situaciones en las que están personalmente involucrados y no ver lo que es obvio para los demás. Por lo tanto, pueden dejarse arrastrar por sus sentimientos hacia una persona en particular, quedando heridos y confundidos. Es posible que más tarde despierten y descubran que decidir por esta persona no era lo correcto y que han sacrificado una parte valiosa de sí mismos a cambio de amor o afecto. Los nacidos este día pueden llegar a hacer un pacto con el diablo, no sólo en asuntos románticos sino también en otros ámbitos de su vida, en los que renuncian a una parte del control personal (no necesariamente para cedérsela al diablo, sino quizás a cambio de riquezas materiales).
Aunque estos individuos son muy sensibles y a menudo tienen potencial artístico, también necesitan expresar su faceta física. La atracción sexual es un tema importante en su vida, que a veces complementa su lado religioso o espiritual y otras veces juega en contra de él. Los nacidos este día tienen múltiples capacidades, y puesto que las distintas facetas de su carácter —mental (observación atenta), verbal (elocuencia), espiritual (creencias firmes) y física (magnetismo sexual o dotes para el deporte)— pueden llevarlos en distintas direcciones, deberán conciliarias si desean alcanzar la armonía. Para complicar las cosas, los hombres nacidos este día tienen un anima muy desarrollada (el yo femenino sensible y receptivo) y las mujeres un fuerte animus (un yo masculino extrovertido y agresivo).
Los nacidos el 9 de octubre a menudo se dedican a profesiones que les permiten aplicar su conocimiento de la psicología humana. Poseen un gran talento para ayudar a los demás a desarrollar sus potencialidades al máximo y para enseñarles cómo alcanzar las metas. Aunque son muy solidarios y alentadores con aquellos que les rodean, deberían aplicarse a sí mismos sus consejos.
Tampoco deben tener vergüenza de pedir asesoramiento o ayuda. Pueden superar su falta de lucidez ante su propia conducta con paciencia y autoanálisis. Por encima de todo, deben tener cuidado de no arrastrar sus heridas psicológicas y espirituales y, en general, de no postergar (por ejemplo, cuando no escuchan a su voz interior o no actúan decididamente aunque la ocasión lo requiera).
