ACUARIO ¿Signo de genios o de locos?

Tienen fama de humanitarios y de excéntricos, pero a menudo se los acusa de ser muy idealistas y bastante extraños.

ACUARIO ¿Signo de genios o de locos?

Nada puede molestar más a un acuariano que verse encasillado en una descripción simplificada de su personalidad. Pero, aún así, los hijos del planeta Urano no han podido escapar de las generalizaciones del decir popular. Los acuarianos son comúnmente calificados de «extravagantes» y «excéntricos» pero, más lisa y llanamente, se los acusa de «raros» o «locos». En esta nota, tratemos de ver qué se esconde tras esta creencia popular.

Una historia de bufones

En la Edad Media se llamaba locos a los bufones de la corte real. Ellos tenían la libertad (que les confería su condición de artistas burlones) de decir la verdad impunemente. Claro que para poder hacer sus agudas declaraciones debían escudarse tras las máscaras de la broma, la sátira y la travesura.

Mucho tiempo después, la sociedad europea comenzó a llamar «locos» a los enfermos mentales.
Ellos debían vestir un traje distintivo y un gorro de bufón con cascabeles para ser fácilmente reconocidos. Cualquiera que llevara este ropaje disfrutaba no sólo de la libertad de decir lo que quisiera -sin correr el riesgo de morir por eso (como el bufón)- sino que, además, no cargaba con la responsabilidad de los daños que pudiere haber causado.

Pero tanto bufones como locos se encontraban en las fronteras de la aceptación social. Aun así, el bufón tenía garantizada su integridad mientras no ofendiera la dignidad del señor feudal ni de sus cortesanos.

Acuario, el Aguador

En todas las épocas y en todas las culturas, las sociedades establecen sus códigos de conducta, las leyes con las que habrán de regirse sus miembros y que son necesarias para la convivencia y la duración de la comunidad.

Sin embargo, ha habido y habrá siempre seres humanos que transgredan esas normas, movidos por su necesidad de mayor libertad individual.

En la simbología astrológica, el Aguador es aquel que posee el don de renovar el agua de los cántaros y de hacerla circular entre los hombres. El cántaro representa la forma, el cuerpo físico, y el agua es un símbolo de la energía que circula en el cuerpo.

El corazón, bajo la influencia de Leo, su signo opuesto, bombea la sangre que circulará por las venas y arterias, representadas por Acuario.

Es decir que este signo es el encargado de distribuir el flujo vital por todo el organismo, por eso, es el regente del aparato circulatorio. Del mismo modo, los nativos de Acuario tienen la misión de renovar la vitalidad del organismo humano, a nivel individual y colectivo.

Genio y locura de Acuario

Gracias a la influencia del planeta Urano, su regente, los acuarianos han sido dotados de una mente muy particular: pueden realizar conexiones a una velocidad elevadísima y captar en un instante lo que a otros les demandaría un largo razonamiento.

Poseen una gran libertad de pensamiento que les permite adelantarse a su tiempo. De ahí que sean ellos los inventores, los genios, los visionarios. Para citar sólo dos ejemplos de envergadura universal diremos que Julio Verne y Thomas Alva Edison fueron acuarianos. Ellos han sido grandes ejemplos de esta energía zodiacal: se animaron a ver como posible algo que en su tiempo resultaba impensable.

Acuario es un signo de Aire, elemento ligado al plano mental, al punto más abstracto de la realidad. Para cualquier signo de Aire, el mundo real no es más que una manifestación limitada de otro mundo más elevado de relaciones abstractas. Por eso, los acuarianos construyen mundos mentales, perfectamente coherentes, en los que habitan felices.

Pero, el problema surge -a menudo- cuando quieren transmitir a otros sus originales construcciones.

La necesidad de comunicarse

A los acuarianos no les resulta fácil comunicar sus ideas. De pronto, se les «prende la lámpara», pero cuando quieren exponer lo que imaginaron quedan sumergidos en una especie de laguna mental. El interlocutor queda profundamente desconcertado y el acuariano se siente incomprendido.

En todo rebelde sin causa se esconde un ego lastimado. El acuariano que se encierra en su sufrimiento, debido a la incomprensión de los demás, necesita gritar con desesperación para que alguien lo escuche.

De este modo, se va armando un círculo vicioso: cuanto más grita sus ocurrencias originales, más incomprensible y molesto resulta. Así, progresivamente, se aleja cada vez más de lo que su alma necesita: la comunicación, de corazón a corazón; el único camino posible para que su renovador pensamiento circule entre los hombres.

Un salto a lo desconocido

La parte del cuerpo regida por este signo son las pantorrillas. Gracias a los músculos de las pantorrillas el hombre puede saltar. Cualquier bailarín sabe que la clave de un buen salto está en el impulso y en lograr un buen apoyo en la tierra. Una vez que el artista se encuentra en el aire, debe caer nuevamente, volver al encuentro de lo firme, para impulsarse más alto.

El acuariano, como un piloto de aviones, debe practicar el aterrizaje tanto como el despegue. Llevado a otros términos, esto significa: «bajar sus ideas al mundo y esforzarse en hacerlas accesibles a los otros para evitar la incomprensión, el aislamiento y la locura».

Un gran problema de los acuarianos es que no soportan la lentitud de los procesos del mundo físico, por esa razón -muchas veces- no logran plasmar su inagotable creatividad.

Y es que, en realidad, lo suyo no es plasmar, sino inventar. Julio Verne no construyó un submarino, simplemente le dio forma en su imaginación. Pero hizo algo muy importante, que no todos los acuarianos logran hacer: difundió sus inventos. No se condenó al ostracismo, logró plasmar en papel sus visiones y, si fue tildado de loco por algunos, no se dejó amedrentar.

El toque de distinción

Acuario brilla plenamente cuando pierde el miedo a no ser comprendido y a la locura, cuando se anima a abrirse a la interacción.

Muchas veces se cierra porque al lado de su velocidad mental los otros pueden pasar por tontos. Cuando un acuariano se deja invadir por este sentimiento negativo, se vuelve egocéntrico y soberbio, traicionando su naturaleza ultragenerosa y abierta a las diferencias.

Si pensamos que todos los genios, los inventores, aquellos que impulsaron cambios revolucionarios en cualquier ámbito de la vida humana poseían una gran dosis de energía acuariana, y que todos ellos, en algún momento, fueron incomprendidos -e incluso muchos fueron condenados por sus contemporáneos-, comprenderemos mejor a estos seros originales del Zodíaco.

signo acuario

Los princesas de Mónaco, Carolina y Stefanía, pertenecen al signo de Acuario. Ambas se han distinguido por la libertad con que han manejado sus vidas amorosas, desafiando y transgrediendo las reglas del protocolo real.

Acuario