¿Cómo es Acuario?

El lugar que Acuario ocupa en el zodíaco refiere a la amistad como la forma más evolucionada de los vínculos elegidos. Creemos que la raza humana apenas vislumbra este profundo significado que los acuarianos intuyen desde su más abstracta mentalidad visionaria.
Acuario representa la energía de lo grupal, opuesta a Leo como energía de lo individual, conformado por seres auto-realizados y con un yo bien puesto sobre los hombros. La esencia del grupo entendido desde Acuario es la participación, cada uno hace lo que tiene que hacer sin involucrarse afectivamente, sino haciéndolo en pro de la tarea.
Suele ocurrir que ciertas conformaciones grupales comienzan con una fuerte energía acuariana, o sea, con un ideal social que los trasciende como individuos, pero con el correr del tiempo se van transformando en grupos de pertenencia y pareciéndose al signo de Cáncer, con gente que busca seguridad, refugio, y la apretada certeza de tener un lugar donde refugiarse. Nada de esto es Acuario.
El viaje dentro del viaje, de Cáncer a Capricornio, como camino de individuación, constituyó un proceso de crecimiento, desde la salida del clan básico hasta la llegada a la cima de los propios objetivos, siendo, estos dos signos, representantes de la forma y la estructura, respectivamente, los que dan inicio, alimento y sostén a la vida. El hombre-zodíaco emergió de lo precario de su origen ciánico, nasando ñor sucesivas etapas hasta llegar a la helada cima de sus proyectados anhelos y metas personales, en soledad. Y, desde allí, deberá saltar a lo grupal y social, revolucionando su propio statu quo.
La energía acuariana está, pues, más allá de la forma, del límite, de la estructura y de la lógica. De Capricornio a Acuario ese salto es bastante difícil de entender con la mente racional, y es por eso que hago todas estas apreciaciones previas.

En Acuario, el espejo donde Leo se reconocía a sí mismo como un yo diferenciado se fragmenta y da lugar a características muy especiales en los diferentes tipos de acuarianos que existen.
Planetas opuestos como Saturno y Urano -representantes de lo viejo y lo nuevo, respectivamente— rigen al signo de Acuario, motivando personas que abrevarán en un estilo u otro para formar su estructura psíquica, su carácter y su conducta, a partir de cualquiera de estas dos categorías planetarias, o a veces, polarizándose en la Luna y sus típicos refugios, por miedo a la vastedad sin límites inherente a esta energía.
Por la regencia de Urano -representante del cielo, la electricidad, los rayos y los truenos-, Acuario tiene que ver con lo nuevo, desconocido y futurista, y con ir más allá de los bordes y formas o estructuras, que los hace ser creativos, libres, independientes a ultranza, diferentes, informales y raros.
Por la regencia de Saturno, y por la angustia que les provoca su propia energía que se mete en lo desconocido, como Alicia a través del Espejo, detestan el cambio y pueden encerrarse de manera canceriana en pertenencias, ya sea institucionales o familiares, o al estilo capricorniano, en estructuras muy firmes y sólidas, por ejemplo empresariales. De este modo, apaciguan las concientes o inconscientes, pero siempre presentes, ganas de salir volando y acceder a lo revolucionario, vanguardista, posmoderno y desafiante de cualquier normalidad.

Todos, en general, son desapegados de alguna manera u otra, solidarios, fraternales, visionarios, inventivos, originales, rebeldes, intuitivos, imprevisibles, cambiantes, rápidos, ágiles. Odian los límites y la rutina, viven en contra de la corriente, a contrapelo, tironeando, cambiando, presentando otras posibilidades o novedades inverosímiles, son acelerados, geniales, tienen una cierta superioridad espiritual que los convierte en gente que da consejos, ayuda, escucha y recibimiento. Como sienten su voluntad al servicio de algo universal y trascendente, esto les provoca una tensión interna muy fuerte entre lo que sospechan o ven y lo cotidiano. Entonces, se aburren, no encajan y se sienten harina de otro costal, escapándose rápidamente a otras situaciones, idealizando algún nuevo cambio y, así de fragmento en fragmento, buscando esas visiones de libertad y comunidad, o padeciendo la ansiedad y la impaciencia que les produce no poder alcanzarlas en el presente en el que viven.
Con estos ingredientes se configuran las arquetipias acuarianas y, además, con ciertas pizcas de sorpresa, espontaneidad, rapidez y nada de lógica. Los escucharán hablando de desafíos, de insights o visiones interiores, y del darse cuenta instantáneo que su intuición mental y sintética les provee.
Los acuarianos ven cómo podría vivirse en el planeta Tierra de un modo cooperativo y comunitario beneficioso para todos en general y más aún en lo particular.
Estarán en el mundo del arte, la aviación, la computación, los lanzamientos de cohetes al espacio, donde haya máquinas, aeronaves, rascacielos, agrupaciones pro-desarticulación de emprendimientos que pudieran dañar la corteza terrestre, el aire que respiramos, o a su gente; en cooperativas y clubes, o en grupos de personas que se ocupan más de lo social que de lo personal.
En los afectos, y en general, no les gusta sentirse atados a nada ni a nadie, por eso no intenten retenerlos ni demostrarles que los entienden o conocen; pues acto seguido los verán, por ejemplo, sentados de espalda al vacío en la baranda del piso 18, hablando y gesticulando como si estuvieran cómodamente ubicados en el sillón del living.
Nuestra humilde recomendación es que a los acuarianos conviene escucharlos y aceptarlos con amor y confianza, y sin juicio de valores ya que sus inspirados aportes son los que nos informarán de cómo será el futuro.

Acuario