Al principio, los cuidados de Cáncer actuarán como un bálsamo sobre el inquieto espíritu de Acuario.
Su ternura, su devoción y su amor incondicional cubrirán a su compañero con un dulce manto de protección por el que se dejará envolver sin resistencia.
Pero muy pronto sus deseos de libertad lo harán sentirse asfixiado y creerá descubrir en la amorosa dedicación de Cáncer, el encubierto objetivo de cortarle las alas.
Cáncer, entonces, se sentirá inseguro y no tardará en dejarse invadir por los celos, transformando la relación en un verdadero polvorín.
Sus cambiantes estados de ánimo y su tendencia depresiva no ayudarán en nada a mejorar la situación.
Sin embargo, si ambos dejan de lado su intransigencia, la relación puede aspirar a estabilizarse.
Pero para lograrlo Cáncer, deberá refrenar sus celos y luchar contra su inestabilidad anímica y Acuario tendrá que permitir que su compañero le prodigue su posesivo amor sin sentirse asfixiado.