¿Cómo es Escorpio?

Escorpio representa en la secuencia zodiacal la energía que se predispone a la renovación y el crecimiento. Es un momento crítico en el que algo se termina para incubar y alimentar lo nuevo.
Según los libros antiguos de Astrología, la etapa escorpiana representada por la octava casa, corresponde a los procesos de regeneración o muerte. Los temas más difíciles de entender por nuestra cultura, el sexo y la muerte, como también los procesos de transformación a través de cambios muy profundos, tienen su área de experimentación en esta fase zodiacal. Es la fusión total entre la vida y la muerte, y la fusión momentánea de los amantes en el orgasmo, donde se pierde toda noción de identidad y de tiempo, quedando a merced de las pulsiones más primitivas del ser, el instinto, el deseo y la intensidad de la libido.
Los planetas regentes de Escorpio, Marte y Plutón, son energías volcánicas, dominantes, fogosas, penetrantes, y de esto se deduce el carácter fuerte, intenso, combativo, incisivo y misterioso de los nacidos bajo este signo.
Escorpio es uno de los tres signos de Agua junto con los signos de Cáncer y Piscis. El Agua rige el mundo de las emociones y, en el caso de Escorpio, representa un estilo de atracción y magnetismo psíquico, y una emocionalidad fuerte, oscura, profunda e invisible.

Los escorpianos ven, sienten y piensan cosas que, en general, los demás no quieren ni sospechar. Tienen un particular gusto por las ciencias ocultas y todo lo que va más allá de la comprensión literal de la vida. Ellos perciben y vivencian lo oscuro, y lo luminoso dentro de lo oscuro, por eso viven el tironeo entre la hondura y lo sublime. En Escorpio se expresan las máximas alturas donde llega el águila con su mirada aguda y focalizada, y también las más hondas profundidades pantanosas de la psique, con sus monstruos y fantasmas que asustan a los demás y al mismo escorpiano, y cuya simbolización la aportan el escorpión y la serpiente. Los caldeos usaban la misma palabra para nombrar a la vida y a la serpiente, puesto que la consideraban como el símbolo de la regeneración de la vida. El grafismo de Escorpio es una serpiente que levanta la cabeza hacia lo alto. Una gran distancia que va de lo más profundo hacia lo más elevado, ese es el paisaje de esta energía.
Todo lo mencionado hasta ahora confronta al lector con las diferentes características de la energía escorpiana y con los distintos estilos de escorpianos que existen, están los que tienen miedo, aprensión, impresión o asco, y los más voraces, penetrantes y temerarios, pero en ambos priman las mismas cualidades de intensidad, agudeza y deseo. También existen escorpianos ambivalentes donde reina una gran contradicción y se combinan, por ejemplo, fachadas impecables con interiores corrompidos por el ansia de poder, lo tenebroso, sádico o morboso.
Pueden ser realistas, brutales, agresivos y perversos, o inhibidos, disciplinados y sobrios. Son muy transformadores, y no soportan no cambiar a las personas, las cosas, o las situaciones.

Las crisis, los conflictos, el sostener lo insostenible como el dolor, el sufrimiento o la enfermedad, el mundo de lo desconocido pero intuido, el cambio, lo ominoso, los finales, son todas situaciones que producen los miedos básicos del ser humano, el miedo al ataque, al rechazo y a la pérdida. Este es el grado de ansiedad primitiva que subyace en la conducta escorpiana.
Escorpio llega a la armonía a través de intensas y profundas sensaciones de crisis y conflicto, sintiendo en su interior un volcán, encendido o apagado, sosegado o explotando en violentas erupciones. Su lava es destructiva y purificadora. Esto los muestra como personas de hielo, o abrasadas y quemadas por la pasión. Es interesante saber cómo funcionan los volcanes para darse cuenta porqué los escorpianos destruyen antes de construir y transformar, y porqué llegan a ser totalmente atravesados por el dolor antes de resucitar como el ave fénix.
Los encontrarán en actividades creativas, terapéuticas, secretas, transformadoras, enigmáticas, curativas y sanadoras como la Psicología profunda y transpersonal, en Medicina, como endocrinólogos, oncólogos y patólogos; trabajando con enfermos terminales, acompañando a los que sufren y al que muere. Saben ejercer una disociación instrumental entre sus emociones y su trabajo. Pueden responder al arquetipo del asesino, el mercenario y el espía.
Trabajan en talleres donde se funden metales, donde se trabaja con hornos, lugares donde los procesos de creación o construcción cambian una cosa en otra, como la cerámica o la vitrofusión.

Son ocultistas, místicos, productivos, les gusta descifrar enigmas, critican y se autocritican, manipulan, escrutan, elucubran planes, son estrategas frontales o traicioneros, ven debajo del agua, son obsesivos, desconfiados, empecinados, totalitarios, controladores. Sufren, hacen sufrir o curan el sufrimiento.
Las diferentes formas en que pueden manifestarse los escorpianos dependerán del grado de conciencia que hayan alcanzado, ya que esto puede dar blanco o negro sin matices. La mayor conciencia que posean no disminuye la intensidad que sienten, pero pueden vivenciarla como un motor para su auto-transformación tanto como para procesos de cambio en la sociedad o en el mundo.
Poco queda por decir en cuanto a sus relaciones de amor y afecto después de haber descrito tanta intensidad. Pueden ser reprimidos, y entonces enfermar por las tremendas implosiones que su energía sin válvulas de escape les provoca, o muy sexuados, o muy perversos, como los sexópatas, y, también, encontrar escorpianos que han experimentado tanto su sexualidad que pueden vivir tranquilamente en la sublimación del celibato. No olviden que en Escorpio se juega a todo o nada. Aquellos que pueden ubicarse en un camino central entre estos antagónicos blanco o negro son personas que conocen su sexualidad y la practican como un ritual sagrado, teniendo y brindando placer, sensualidad y amor, con gran capacidad de entrega, y con un resultado de maravillosa transformación mutua a través del encuentro y la fusión con el Otro.

Escorpio