El signo de Libra inicia el hemisferio superior del zodíaco con la idea de polaridad, encuentro y vinculación entre dos polos: como hombre y mujer, yo y tú, lo individual y lo social, y todas las relaciones y sociedades entre personas. Es el signo más alejado desde que comenzó la rueda, está a 180 grados del comienzo y, en el círculo zodiacal, todo lo que se encuentra enfrente, se llama opuesto y complementario. Libra es, entonces, opuesto y complementario de Aries, es el signo que se opone a la acción y el que divide a la rueda en dos partes iguales.
El símbolo de la balanza, único objeto del Zodíaco, nos da una excelente imagen para comprender la energía de Libra. La balanza pesa, mide, calibra, es un instrumento que sirve para equiparar, sopesar y equilibrar. Con ella se puede comparar, evaluar y emitir posteriores juicios, luego de una completa reflexión de lo que se ha colocado en los platillos. La imagen de la balanza sugiere porqué a los librianos les atrae tanto regirse por esquemas, estructuras formales, modelos y normas, ya que con estos evalúan y comparan cosas, ideas, personas y situaciones. Ahora bien, estos modelos o parámetros con los que miden la realidad no siempre son reales o tradicionales, las más de las veces son ideales.
Como signo de Aire, junto con Géminis y Acuario, Libra tiene que ver con la gente, sus encuentros y la comunicación entre sí. Venus, su planeta regente, los provee del natural sentido por las cosas bellas y armónicas, por el arte y el amor. Es esta una energía delicada, sutil, liviana, de colores suaves, en gamas, no en contrastes.
Las casas que corresponden al elemento Aire son la 3, la 7 y la 11, estas dos últimas referidas a vínculos elegidos. Libra ocupa la casa 7 del Zodíaco donde uno puede reflejarse en otro como espejo, para conocerse, enterarse, complementarse y constituir un nosotros, a través del encuentro con el alter ego, o no yo, o un otro distinto del yo. Es la zona donde se producen las proyecciones, para ver cosas propias reflejadas en los otros.
De acuerdo con el criterio de polaridad y para seguir descubriendo los matices inherentes a Libra, les sugiero reflexionar acerca de los vínculos matrimoniales y de las sociedades de compromisos sellados y jurados. El matrimonio es una relación entre personas que se eligen mutuamente, porque concuerdan en sus ideas, afectos y proyectos; donde uno tiene en cuenta al otro, sus necesidades y deseo; donde es necesario desarrollar un sutil registro de la personalidad, saber llegar a consensos, saber hacer pequeños ajustes y armonizar los momentos de tensión, siendo todas éstas las formas necesarias para lograr que un vínculo sea duradero.
Los librianos tienen un alto registro de los demás y de todo lo que los rodea. A veces la balanza se inclina demasiado sobre el polo opuesto y terminan ocupándose desmedidamente por los demás, considerándolos más importantes que ellos mismos. Cuando esto sucede pierden el eje y, finalmente, no pueden cumplir con las personas más allegadas e íntimas. Es necesario orientarlos para corregir este desfa-saje, diciéndoles que el otro no es «más» sino «tan» importante como ellos mismos. Es muy simple el dato, pero muy difícil de ser llevado a cabo por las personas de Libra.
Sepan que siempre les dirán a todo que sí aunque después no realicen lo prometido. Cuando ustedes les pregunten por qué no cumplieron con lo pactado o por qué no expresaron su negativa desde un principio, seguramente responderán: ¿Cómo te iba a decir que no? o ¡Ah! Si tú supieras los problemas que tengo por no saber decir que no.
Libra es el signo de la contemplación, la paz, la gracia y la armonía, pero esto no significa que vivencien fácilmente estas cualidades propias de su signo. Ellos ven, contemplan, registran y hablan acerca de la belleza y la armonía del arte o de la naturaleza, pero no siempre pueden expresarlas o sentirlas.
Cuando Libra encuentra alguna clase de equilibrio trata de fijarlo, olvidando que lo natural en la balanza es el sutil y constante balanceo, oscilación y cambio perpetuo de un platillo al otro. Esta es la razón por la cual, a veces, verán librianos inseguros, inestables u obsesivos, dado que hacen un gran esfuerzo para ser o parecer lo que los demás esperan de ellos.
Aries y Libra son energías de acción y reacción. Las reacciones librianas constan de mirar todo mucho, registrando eso que existe fuera de ellos, con embeleso, de manera estática y extática, indefinidamente y como si estuviese en un estado de beatitud y gracia contemplativa. A Libra le fascina mirar para connotar lo faltante, lo ausente y llenar cualquier vacío que encuentre.
Además, y a diferencia de Aries, su opuesto, quien se siente muy a gusto siendo uno solo, sin compañía y entero, Libra siempre se siente incompleto y, por eso, lo descubrirán en busca de un otro con quien compartir, hablar, casarse, asociarse y concordar.
Son personas amables, justas, receptivas, accesibles, permeables a la influencia de los demás, a veces en exceso; no molestan a nadie, sonríen, se visten con elegancia, tienen un magnetismo personal fuerte. Si bien son previsores, dan muchas vueltas a la hora de elegir o decidir, porque deben tener en cuenta muchos detalles y todas las posibilidades ubicadas en los dos platillos; no les gusta el esfuerzo físico, son más mentales que emotivos, hábiles con la palabra, excelentes consejeros e inspiradores, más ideólogos que activos. En el arte, eligen la esfera más conceptual, la historia del arte más que la ejecución de algún instrumento o técnica. En la decoración prefieren hacer una maqueta antes que ensuciarse los dedos pintando.
Sus actividades preferidas se encuentran entre la diplomacia, las bellas artes, la estética, el adorno, la moda, la ropa, las flores, el paisajismo, la jardinería, la sastrería, la artesanía, el confort, la decoración, la arquitectura y el diseño de interiores, la danza, las relaciones públicas y humanas, el protocolo, el diseño gráfico y la asesoría de imagen. Son muy buenos mediadores y moderadores. Hablan con suavidad y delicadeza, eligiendo cuidadosamente las palabras para armonizar cualquier situación, saben encontrar objetos para embellecer y adornar un lugar, su casa o una institución. Utilizan el Feng Shui, adoran concurrir a un spa o trabajan en uno, toman o dan clases de Yoga, Tai Chi, masajes relajantes, aromaterapia, fitoterapia, terapias florales, musicoterapia, danzaterapia.
Los Libra varones conocen profundamente la naturaleza femenina, son muy delicados a la hora de relacionarse con una mujer, los deleita hacerle regalos, la esperan con sonrisas, flores y chocolates. Son los hombres que saben elegir un par de aros vistosos o una elegante cartera para obsequiar, recuerdan el aniversario de bodas y les encanta festejarlo con champagne. La mujer libriana sabe y gusta de arreglarse, vestirse y maquillarse con gracia y elegancia, y estar lista y predispuesta para el amor.