Dos signos muy dispares. El espíritu distendido de Libra resulta demasiado light para la seriedad de Capricornio, pero, a la vez, irresistiblemente atractivo.
Esto genera entre ambos signos un excitante juego de atracciones y rechazos en el que tienen mucha posibilidad de imponerse las cosas que tienen en común.
En Capricornio predomina la reflexión, por lo que jamás toma una determinación sin estar segura de lo que hace.
A veces, le cuesta decidirse, pero cuando lo logra no se vuelve atrás.
Libra, por el contrario, hace continuos avances y retrocesos y siempre querrá introducir algún cambio en sus decisiones.
Por su espíritu reflexivo y por su profundo sentido de realidad, Capricornio no comparte el vital optimismo de Libra y, con cierta frecuencia, se entrega a pensamientos sombríos.
Estas diferencias, aunque importantes, no impiden que la cabrita se fascine ante las galanterías de Libra y que éste aprenda a tomar la vida con menos ligereza. Y en este intercambio se beneficiarán los dos.
Por eso, siempre valdrá la pena que realicen el esfuerzo de entenderse, ya que si lo logran, compartirán muchos momentos de felicidad.
