Los Tauro son pacientes, eficaces, lentos, perseverantes, obstinados por poseer, atraer, guardar y acumular.
Algunos taurinos tienen un ánimo monótono, muy parecido al estar ahí del ganado en las pasturas; pero también pueden volverse ariscos y furiosos como los toros en las corridas. Llevan mucha inercia, peso y volumen. Tienen una vida calma, pasiva y quieta, hasta que se ponen en movimiento, después nada los detiene.
Naturales, voluptuosos, les gusta comer, consumir, adquirir, poseer lo que desean. Generalmente adquieren objetos de mucho confort y porte, de última generación, coleccionan piezas de arqueología, antigüedades, monedas de oro,
ahorran dinero en todas sus formas. El exceso de este afán acumulativo puede llevarlos a la tacañería, al estancamiento o a la avaricia.
Cuando los taurinos sienten hambre les gusta tener tiempo para sentarse a la mesa y comer platos suculentos, con buen vino y también postres. Necesitan de la sobremesa y de la siesta como parte de los placeres del cuerpo. Si son empresarios o ejecutivos, son aquellos que salen a comer afuera, a un buen restaurante donde se distienden durante unas dos horas, por lo menos, antes de volver a la oficina.
Tanto los hombres como las mujeres de este signo prefieren las ropas de texturas agradables al tacto y al cuerpo, como el algodón, el lino, la seda, los abrigos de lana de oveja, llama o vicuña. Les gusta el olor de la ropa secada al sol, y si usan perfumes serán los muy simples con reminiscencias naturales, que huelan a flores aterciopeladas e intensas, o esencias como la canela y los cítricos.
Son concentrados, su mente es rumiante, poco detallista. Sus ideas, pensamientos y parlamentos son compactos como bloques, imposibles de interrumpir cuando comienzan a expresarse.
En sus vínculos son fieles, posesivos, sensuales, dóciles, magnéticos y atractivos, seguros, constantes, emotivos, fuertes, firmes. Frente a las separaciones o las crisis de pareja se ponen más posesivos aun y suelen sufrir afecciones en el cuerpo, porque sienten que la separación les desgarra la carne, además del alma. Les lleva un gran caudal de tiempo y energía física superar un duelo o un conflicto, porque sus procesos de asimilación y elaboración son más lentos que en las otras energías zodiacales.
Les recomiendo no apurar a los taurinos en ningún sentido, ellos no registrarán la urgencia que a ustedes los pone tan nerviosos, y en última instancia les dirán que son unos ansiosos y que por favor los dejen en paz. Cuando deban realizar alguna tarea con ellos, recuerden contar con tremenda paciencia y muchísimo tiempo, porque, al igual que las vacas en el campo, llenarán primero sus cuatro estómagos, y permanecerán rumiando y masticando durante largo tiempo antes de empezar a pensar, hablar o a trabajar en eso que se necesitaba para anteayer…
Los primeros signos del Zodíaco, desde Aries hasta Leo, son más simples en su descripción energética que los demás, sobre todo Escorpio, Acuario y Piscis; por eso les resultará más fácil identificarlas y asimilarlas. Sean como los taurinos y tómense mucho tiempo para estudiar, aprehender y procesar las energías que les resulten menos facilitadas, para masticarlas bien antes de integrarlas en su conciencia.
Los taurinos se dedican a tareas, actividades, profesiones u oficios que involucran bancos, dinero, campo, ciertas ramas del arte y el cuerpo. Son contadores, escribanos, terratenientes, coleccionistas de obras de arte o antigüedades, masajistas, bananeros, cocineros, artesanos, alfareros que moldean el barro con sus manos, ebanistas, escultores que trabajan con gubias sobre grandes bloques de maderas nobles, carpinteros, plateros, trabajan el cuero, hacen ropa, zapatos u objetos folklóricos. En cualquiera de estas actividades ellos son consistentes, persistentes y sólidos. Nos les gusta cambiar de parecer ni tampoco de lugar. Seguramente ustedes habrán escuchado decir que los taurinos son tercos y obstinados cuando quieren algo. Eso es así, y, además, cuando lo consiguen no lo soltarán con facilidad, sino que, muy por el contrario, se aferrarán a esto con uñas y dientes.
En sus vínculos, suelen ser muy generosos cuando se enamoran, no son celosos pero sí posesivos, se adueñan; necesitan mucho tiempo para el amor, para sentir y para gozar de cada caricia, como si ésta formara parte de su alimentación y de la constitución de su propio cuerpo. Rechazan el conflicto, y sus crisis serían menos intensas si pudieran elaborar el poder alquímico que los procesos dolorosos aportan.
En la Astrología tradicional, a los cuatro signos estables -Tauro, Leo, Escorpio y Acuario-, se los considera signos de poder. El poder que les gusta a los taurinos es el que les otorga la abundancia del dinero, los bienes materiales y también el amor, porque a través de éstos obtienen y sienten la seguridad que tanto necesitan.
