La Luna en Piscis

El nativo de Piscis es tranquilo, solitario y fácil de llevar; inquieto y amante de la variación, cambia de parecer con facilidad, es irresoluto y no siempre se puede depender de él; se desanima fácilmente y tropieza con obstáculos, desgracias y contrariedades en la vida.

Esta posición otorga preferencia por las lecturas de tipo romántico o emotivo, por la poesía y la música que despierten sus emociones y sentimientos. Como orador, escritor o compositor, el nativo es versátil, copioso e imaginativo, pero difuso.

Tiende a ser religioso, pero en este respecto es más emocional que intelectual, y tiende a sentir más que a razonar. Un tanto falto de empuje y esperanza, es demasiado serio o se deprime con demasiada facilidad, y hasta puede faltarle sentido común y humor.

A veces hay tendencia a la intemperancia, a la disipación o a la adicción a drogas duras, pero, por otra parte, se pueden manifestar facultades para el espiritismo, la clarividencia y diversos poderes psíquicos.

Esta posición lunar ablanda el esqueleto y aumenta las estructuras carnosas y globulares; por lo tanto, no es favorable para una salud robusta.

Existe el peligro de que hayan enemigos secretos, o bien que el nativo no sea una persona recta él mismo. Existe cierta tendencia a la reclusión en hospitales, asilos de beneficencia o cárceles, pero estos malos efectos no ocurren si no hay aspectos malos concomitantes u otras indicaciones desfavorables en la natividad.

La Luna y el Zodíaco