Signo Piscis: nacidos el 10 de Marzo

Los nacidos el día 10 de Marzo son individuos profundos y emotivos que rara vez buscan el éxito. Son más proclives a comprenderse a sí mismos y a hacer frente a sus complejas personalidades que a adquirir fortuna, poder y fama. Pero no por eso son egotistas, sino todo lo contrario; les gusta mucho divertirse, sobre todo con un grupo íntimo, y son muy felices cuando son el centro de su núcleo familiar y están rodeados de influencias afectivas y protectoras.

Su sensibilidad es muy acusada; se sienten heridos con facilidad y el rechazo les llega muy hondo. Prácticamente lo único que desean es vivir en paz con los demás. Sin embargo, los que en su infancia han tenido experiencias traumáticas o profundas heridas psicológicas infligidas por un progenitor, o por un sistema moral demasiado rígido, pueden renunciar al mundo y refugiarse para siempre en un espacio emocional privado e inaccesible.

Dada su sensibilidad, son muy pocos los que sienten los altibajos de la vida como ellos, y eso los induce a indagar sus almas para tratar de comprenderse. Gracias a esa evolución interior son capaces de solidarizarse con el dolor y el sufrimiento de los más desafortunados, razón por la cual suelen elegir carreras relacionadas con los servicios sociales. Los más evolucionados son muy compasivos y bondadosos con los demás, al extremo de adquirir visos de santidad. Como progenitores, tienden a ser afectuosos y comprensivos, pero deben vigilar su proclividad a ser demasiado protectores y sutilmente manipuladores.

Por lo general, los nacidos este día dan primacía a las consideraciones personales. Además, como son tan evolucionados en el plano emocional, quizás no lleguen a desarrollar como deberían la fuerza de voluntad y la fortaleza mental. En ese caso, la falta de firmeza o de habilidad para mejorar las circunstancias puede hacerles perder el rumbo o llevarlos al estancamiento. Para los menos dotados o evolucionados, las cualidades de tolerancia y pasividad pueden no ser tan deseables.

Como conceden más importancia a las cuestiones internas que a las externas, es lógico que adopten un sistema de valores idealistas, no materialistas. Sin embargo, manifiestan una gran necesidad de tener seguridad y gozar de unas comodidades mínimas, necesidad cuya evidencia se acentúa con la edad. Por desgracia, eso supone el peligro de que se estanquen y abandonen su evolución personal. Es cierto que la exploración de mundos interiores (propios y ajenos) incrementa su sensibilidad y los hace más conmovedores, pero no deben utilizar esa actividad para eludir la necesidad de expresarse sin ambages o de tomar decisiones cruciales.

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