Los nacidos el 20 de octubre son muy conscientes de lo que está de moda o no en un momento determinado. A menudo son tan influyentes que ellos mismos crean tendencias sociales, pero igual de a menudo pueden oponerse a las costumbres o usos establecidos de su época. Estos individuos no sólo necesitan ser aceptados en el medio social, sino también influir en él. Por lo tanto se toman muy a pecho el rechazo y se desaniman con facilidad ante los obstáculos, dificultades o demoras.
Los nacidos este día con frecuencia llevan una doble vida: usan la profesión para hacer dinero, pero invierten su energía creativa en una afición. No es raro que adopten una actitud indiferente ante su actividad principal, puesto que su corazón los lleva hacia otra parte. Quizás ésta sea la principal razón de su éxito, ya que la objetividad y la indiferencia parecen trabajar a su favor.
Estos individuos suelen desempeñarse bien en el mundo material. Hábiles en asuntos económicos y comerciales, pueden llegar al punto de obsesionarse por ellos. También son sumamente competentes como administradores. Paradójicamente, son propensos a sufrir toda clase de enfermedades físicas, que en muchos casos pueden obstaculizar sus planes materiales o impedirles vivir con normalidad. El peso de las preocupaciones tangibles puede ser una constante en su vida.
Los nacidos el 20 de octubre son muy obcecados. Cuando se les mete algo en la cabeza, es difícil detenerlos. Aprender a reconocer sus errores será un paso importantísimo en su evolución personal. Por suerte son muy racionales y dueños de sus emociones, de modo que es posible apelar a su lógica. Si uno les demuestra fehacientemente que existe un método mejor para hacer algo, ellos lo adoptarán (aunque quizás no de inmediato).
Estas personas dan mucha importancia a la apariencia personal. Para ellos, la moda, el estilo y el diseño no son cuestiones superficiales, sino una expresión de individualidad. Tanto si estos elementos están relacionados con su profesión como si no, los nacidos este día son muy conscientes de la impresión que causan en otros. De hecho, dejan una marca indeleble en su familia, círculo laboral y social.
