24 de Septiembre

El día del aventurero

Los nacidos el 24 de septiembre son aventureros natos, de modo que o bien les gusta viajar, o se sienten empujados a hacerlo. Aunque esta afición por conocer mundo a veces se manifiesta de forma muy concreta, otras veces es una metáfora de aventuras emocionales. De hecho, lo literal y lo figurado no son excluyentes en este caso. Leer, pensar, soñar, viajar —tanto física como psicológicamente— son las actividades que más interesan a los nacidos este día.
Algunos viajan en su juventud y más tarde se decantan por una vida aparentemente estable. Otros sienten el deseo de recorrer mundo por primera vez en la mitad de su vida y son capaces de abandonarlo todo para lanzarse a la aventura. La mayoría no termina de asentarse nunca en un lugar, aunque parezca que es lo que más desea. A menudo pasan de un sitio a otro, de una relación a otra, y en cada ocasión parecen convencidos de que han encontrado lo que buscaban y de que desean seguir así. Los más perspicaces de los nacidos este día comprenden que no hay ninguna situación permanente para ellos y que sus peregrinajes continuarán durante mucho tiempo.
Los más afortunados llegan a una especie de pacto consigo mismos, afianzándose en un lugar, pero haciendo pequeñas escapadas cada vez que tienen la ocasión. Incluso cuando sus circunstancias les impiden viajar, encuentran una vía de escape para su inquietud en la lectura, el cine, la televisión o las fantasías.
En el ámbito familiar o sentimental, los nacidos el 24 de septiembre son difíciles de complacer. Necesitan tanto tiempo para sí mismos, que no resulta fácil convivir con ellos. La pareja de una persona nacida este día tendrá que comprender su necesidad de cambio y variedad, así como su tendencia a coquetear o a sentirse sexualmente atraído por otros. De hecho, buscan formas de expresión sexual muy inusuales —si no en la vida cotidiana, en la lectura o en las fantasías— y no expresan el menor interés por las actividades mundanas o las personas corrientes.
Huelga decir que estos individuos necesitan estabilidad y que deben tener cuidado con los estímulos emocionales o intelectuales intensos, que pueden llevarlos por el camino equivocado. El problema es que tienen una mente tan activa y unos gustos tan extravagantes que les resulta difícil llevar una vida normal. Algunos viven con la cabeza en las nubes, y otros son sorprendentemente prácticos, pero la mayoría es una mezcla de ambas cosas. Aunque a veces parezcan «balas perdidas», son amigos leales y bondadosos. Saben disfrutar en prácticamente cualquier situación y contagian su alegría a los demás.

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