Los nacidos el 27 de diciembre sienten inclinación por servir en el sentido más noble del término, es decir, se preocupan por los deseos y necesidades de su familia, sus amigos y su comunidad. A menudo tienen dotes para la técnica y saben cómo aprovechar su talento; a pesar de que tienden a ser idealistas, compensan ese idealismo realizando contribuciones prácticas a la vida que transcurre a su alrededor.
Aman con humor y suelen tener buen carácter. Sin embargo, poseen un lado oscuro del cual hacen partícipes a pocas personas, aparte de los más allegados. La profundidad de sus emociones les hace sentir agudamente los insultos y el rechazo, y son capaces de sufrir en silencio durante años mientras interiorizan sus frustraciones y su agresividad. Deberían intentar expresarse más y ser algo más espontáneos e impulsivos en caso necesario.
En general mantienen una separación estricta entre su vida pública y privada, sin duda una práctica muy saludable. Curiosamente, son capaces de dejar atrás el lugar de trabajo cuando se van a casa y cambiar por completo de mentalidad. Esto es igualmente cierto para los autónomos o los que trabajan en su domicilio, ya que los nacidos este día valoran enormemente su vida privada y no suelen ser de los que descuidan a los que tienen cerca.
Uno de los mayores problemas de estos individuos es su espíritu de sacrificio. Pueden sufrir las consecuencias de un error y carecer de la agresividad necesaria para defender sus derechos. Los más evolucionados consiguen tarde o temprano establecer límites con firmeza, pero no se les da tan bien protegerlos; tampoco aprenden nunca a alimentar resentimiento. Los menos evolucionados se culpan a sí mismos y sufren depresiones y poca autoestima. Sin embargo, como básicamente son individuos hasta cierto punto nobles y se enorgullecen de la ética de su comportamiento, estos sentimientos negativos de inseguridad y culpabilidad pueden atacar lo más profundo de su personalidad. Aprender a manejar la negatividad interior y exterior es crucial para su desarrollo personal y espiritual.
Como en general los demás reconocen que los nacidos este día son altruistas o generosos, a veces se enfadan cuando éstos deciden hacer las cosas a su manera. Aun así, los nacidos el 27 de diciembre deben insistir en su independencia y reservarse el derecho a ser francos y a alardear de sus diferencias si lo desean.
La fe es muy importante para estos individuos; a menudo necesitan un sistema espiritual o religioso que los respalde y dé significado a su vida. Esta fe en algún poder superior, en el hombre o en ambos hace a los nacidos este día más tolerantes con los demás. Pero de nuevo deben encontrar un equilibrio personal que les permita conservar sus agradables modales sin permitir que los demás se les impongan.
