Signo Sagitario: nacidos el día 3 de Diciembre

Los nacidos el 3 de diciembre no dejan que nada se interponga en su camino cuando quieren hacer realidad sus visiones. Poseen ingenio para llevar a cabo sus planes y pueden ser tan reservados o manipuladores como haga falta para llegar adonde les interesa.

Sin embargo, no son muy ambiciosos a nivel personal; por el contrario, les importan más sus creaciones, su familia, su trabajo o sus aficiones que conseguir fama o poder como fin en sí mismo. Ante el desespero de algunos parientes, los nacidos este día no se preocupan demasiado por alcanzar el éxito económico.

Los dones de estos individuos son la destreza manual y la creatividad. Si sienten inclinación por la técnica, sin duda puede tachárselos de perfeccionistas. Pero con frecuencia despiertan un sentimiento común en sus semejantes, que respetando su dedicación y perseverancia, a menudo se molestan en interesarse por lo que están haciendo.

Ese interés no es esencial para los nacidos este día, puesto que son perfectamente capaces de seguir trabajando sin necesidad de contar con la aprobación de los demás, y en realidad prefieren que los dejen en paz.

En efecto, son individuos que requieren un alto grado de intimidad, y en ciertas encrucijadas de la vida necesitan retirarse por completo del mundo. Durante tales períodos (que suelen acontecer después de los treinta), se los podría considerar ermitaños.

Es como si sólo pudieran concentrarse al máximo a solas y conectaran con alguna fuente de sabiduría superior. De hecho, sus logros parecen a veces inexplicables si no se recurre a una fuente superior de inspiración o poder que les sirva de guía. Sin embargo, eso no significa que los nacidos este día sean particularmente devotos o religiosos; al contrario, tienden a ser racionalistas o incluso un poco cínicos.

Un peligro para ellos es que se enreden tanto en su trabajo que acaben descuidando su desarrollo personal. De hecho, la personalidad (la suya o la de otros) no les parece demasiado interesante. Básicamente, están dotados de ciertos instrumentos mentales, talentos y habilidades con los que pueden trabajar, y nada más.

Por suerte, tarde o temprano reconocen que es de sabios conocerse a uno mismo con mayor profundidad, estudiándose y sondeándose con la misma intensidad que ponen en su trabajo. Si dan este paso, la calidad de su trabajo será más humana de forma universal y menos específica o técnica.

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