El año 2023 será propicio para Aries. Júpiter, el planeta de la expansión y los proyectos, estará en Leo hasta fines de agosto. Leo es un signo afín a Aries, pues son los dos del elemento fuego. Júpiter en Leo nos habla de posibilidades de concretar aquellos proyectos que uno quiere. Leo es el signo del Sol y, por lo tanto, representa la pregunta: ¿Qué quiero?, junto con la respuesta: Lo mejor para mí.
Júpiter, ofreciendo sus cualidades de ambición, su entusiasmo y confianza, facilita la posibilidad de organizar buenos proyectos económicos. El 28 de agosto Júpiter entrará en el signo de Virgo, la energía de la organización por excelencia, aportando sus características de orden y discernimiento para los activos arianos. Deberán hacer uso de la paciencia y la humildad ante las exigencias sociales y las imprudencias de las personas con las que comparten sus proyectos. Esta etapa será necesaria para asegurar la evolución de los objetivos económicos.
Saturno, el planeta de la realidad y la concreción, entrará en Cáncer en los primeros días de junio. Esto provocará situaciones aparentemente difíciles, pero que a su vez serán los motores de las resoluciones que se deben tomar para el futuro. Habrá oportunidades para concretar proyectos inconclusos y resolver situaciones que habían quedado frustradas por motivos fuera del alcance personal.
Mercurio, el planeta del comercio y la comunicación, se pondrá retrógrado en los signos de Tierra, elemento de concreción y organización. El año 2023 servirá para revaluar el área práctica de la economía personal. Esto se verá claramente entre el 2/1-23/1, 26/4-20/5, 28/8-20/9 y 17/12-31/12. Estos períodos serán momentos para revisar los papeles, los trámites, los documentos y poner en orden los gastos domésticos. Si hay suficiente propósito para poder seguir manteniendo el orden en el manejo de las finanzas, estos períodos contribuirán a la concreción de los proyectos.
El último planeta para tomar en cuenta en este enfoque económico es Marte, que además de ser el regente de Aries es también el representante de la actividad en su forma más pura. Desde diciembre del año pasado se arrastra una sensación ambivalente que puede producir irritación y desconfianza frente a alguna propuesta económica. Las perturbaciones que se heredan del año pasado aún continuarán hasta mediados de enero. Uno de los síntomas de estas perturbaciones puede ser la compulsión a gastar más de lo que se tiene, a regalarse objetos que no son necesarios o darse gustos no acordes con los momentos que se viven, o sea el famoso dicho síndrome del bolsillo de payaso.
A partir de la segunda semana de enero se encontrará el verdadero camino para seguir en busca de eso que será lo mejor para mí. Esta oportunidad estará vigente hasta la primera semana de marzo. Si se encontró la oportunidad que se buscaba, el período entre el 5/3—21/4 será propicio para poner en marcha, con mucho entusiasmo, los objetivos. Seguirá la energía alimentando los propósitos y colaborando con los proyectos y las propuestas hasta la segunda semana de junio.
A partir de esta fecha, será conveniente detenerse a evaluar los acontecimientos y las acciones que comenzaron en enero. De ahora en más serán momentos para finalizar lo que ha quedado inconcluso, deshacerse de lo que no sirve, terminar con las deudas pendientes, hacer balances y reorganizar los temas laborales. Esto llegará a su culminación en la segunda quincena de agosto. Será un momento ideal para reconsiderar actitudes, modificar conductas y regenerar argumentos poco válidos.
Júpiter, la fuente de los proyectos, inaugurando su estadía en Virgo, colaborará en este proceso de limpieza y organización necesario para enfrentar los desafíos que propone este año tan favorable para que los arianos concreten sus ambiciones.
El 17 de diciembre Marte pasará a su signo, Aries. El 23 de diciembre se formará una configuración dinámica entre Marte y la Luna Nueva en Capricornio, el signo de los objetivos y los logros por excelencia. Este será el momento de ver los resultados obtenidos durante el año y empezar a planificar para el año próximo.
